Colposcopía del cuello uterino: cómo se realiza, qué preparaciones son necesarias, cómo se interpretan los resultados

Escrito por
Maria García
10 de enero de 2024

La colposcopia del cuello uterino ofrece la posibilidad de estudiar al máximo las alteraciones y establecer el diagnóstico correcto

En la práctica ginecológica se utiliza frecuentemente un método de diagnóstico endoscópico como la colposcopia del cuello uterino (cérvix). Esto implica un examen detallado a través de un microscopio especial. Además, durante el procedimiento, el especialista puede realizar una biopsia dirigida de las áreas más sospechosas para el posterior análisis histológico de las muestras. Generalmente, este estudio se prescribe a aquellas mujeres que tienen sospecha de una condición precancerosa o una enfermedad oncológica.

La esencia de la colposcopia del cuello uterino

El colposcopio es un microscopio binocular equipado con un sistema de lentes e iluminación. Permite realizar un estudio detallado de los tejidos de la vagina, la vulva y el cuello uterino con un aumento de 8 a 40 veces.

Gracias a la posibilidad de obtener imágenes tan detalladas, el médico puede detectar focos de patologías durante la colposcopia, analizar sus contornos, tamaños, la naturaleza de la superficie, ubicación, color y formas. Para un diagnóstico detallado del lecho microcirculatorio, se puede utilizar un filtro verde especial, que permite diagnosticar formas invasivas de cáncer de cuello uterino.

¿Duele realizar una colposcopia? Normalmente no, solo se produce un ligero dolor y algo de incomodidad al realizar una biopsia.

El propio procedimiento de examen de la paciente con el colposcopio se realiza sin contacto: el dispositivo colocado en un trípode se dirige a través de espejos con su cabeza óptica prismática y binocular hacia los tejidos. Y el sistema de iluminación ilumina el área de examen para facilitar el trabajo del médico. Si es necesario, el proceso de investigación se complementa con la toma de muestras de biopsia de áreas sospechosas, que luego se envían para análisis citológico.

Tipos de colposcopia

El examen colposcópico se puede realizar mediante dos técnicas:

  1. Colposcopia simple – el médico solo examina (sin usar reactivos o soluciones adicionales) los tejidos del cuello uterino.
  2. Colposcopia extendida – durante el examen, el cuello uterino se trata con ciertos medicamentos, que facilitan la realización de diferentes pruebas tisulares y vasculares. Al tratar con una solución al 3% de ácido acético, lo que permite destacar más claramente los focos patológicos, se produce un edema temporal de la mucosa debido a la contracción de los vasos. En algunos casos, se utiliza la prueba de Schiller: para tratar el cuello uterino se utiliza una solución de Lugol, que ayuda a detectar glucógeno en las células de la mucosa. Después de teñir los tejidos, aquellos sujetos a cambios precancerosos y que contienen una pequeña cantidad de glucógeno, no se tiñen y aparecen como manchas blanquecinas sobre el fondo del cuello uterino marrón. Estas pruebas medicamentosas permiten seleccionar fácilmente la zona para realizar la toma de biopsia del material para análisis.

Cuando se deriva a una paciente para una colposcopia del cuello uterino, el médico tratante inicialmente indica el tipo de procedimiento y el diagnóstico presuntivo de la paciente.

Indicaciones para la realización de una colposcopia

La realización de una colposcopia del cuello uterino se recomienda en los siguientes casos clínicos:

  • presencia de células patológicas en el frotis del canal cervical;
  • sospecha de desarrollo de condilomas acuminados o procesos oncológicos;
  • sangrados fuera del período menstrual;
  • secreciones de carácter patológico de los órganos genitales;
  • prueba positiva del virus del papiloma humano;
  • sensaciones de incomodidad y picazón;
  • dolores prolongados en la parte baja del abdomen;
  • inflamaciones crónicas del canal cervical.

El principal objetivo de la colposcopia es realizar un examen detallado y/o tomar una biopsia dirigida de una lesión sospechosa. Si es necesario, el estudio se prescribe para controlar la eficacia del tratamiento realizado.

La erosión es una de las indicaciones más frecuentes para realizar una colposcopia del cuello uterino

La colposcopia ofrece numerosos signos diagnósticos, mediante los cuales el médico puede establecer un diagnóstico definitivo y prescribir un tratamiento efectivo para la patología detectada. No se debe despreciar la oportunidad de realizar este procedimiento.

La colposcopia es uno de los pocos procedimientos para los que no hay contraindicaciones. La única limitación para su realización podría ser la virginidad. Esta manipulación diagnóstica se realiza a las chicas solo si se sospecha de tumores malignos en el cuello uterino o en la vagina, cuando se trata de salvar la vida.

Normas de preparación

Cuando se prescribe una colposcopia del cuello uterino, el médico siempre explica a la paciente el propósito de la manipulación y da recomendaciones sobre la preparación adecuada para el procedimiento para su máxima fiabilidad.

La preparación consiste en lo siguiente:

  • Varios días antes del procedimiento, es necesario abstenerse de usar supositorios, pastillas, cremas y otros productos vaginales.
  • Realizar una prueba para detectar una reacción alérgica a los productos que contienen yodo.
  • Dos días antes, dejar de hacerse duchas vaginales.
  • Dos días antes, abstenerse de usar productos de higiene íntima. En caso de relaciones sexuales, utilizar preservativo.
  • Un día antes, abstenerse de tener contactos sexuales.
Seguir estas recomendaciones es obligatorio. Si las normas no se cumplen, los resultados de la colposcopia pueden estar distorsionados.

Si durante el estudio se planea realizar una biopsia, el médico necesariamente advertirá a la paciente sobre esto. A muchas mujeres les preocupa la cuestión del dolor durante la biopsia. Por lo general, esta manipulación no se acompaña de dolor, pero en algunos casos patológicos, la aparición de sensaciones dolorosas es posible. Más a menudo, durante la toma de material se siente una ligera molestia, que también puede percibirse durante algún tiempo después del procedimiento. Sin embargo, pasa rápidamente y no causa inconvenientes significativos.

¿En qué día del ciclo es mejor programar el procedimiento?

La fecha para realizar una colposcopia debe elegirse teniendo en cuenta el ciclo menstrual, ya que durante el sangrado es preferible no llevarla a cabo. En cualquier caso, el médico indicará en qué día del ciclo se realizará el procedimiento. Lo más común es que el examen se realice entre el 7º y el 10º día, ya que es en este período cuando el moco en el canal del cuello uterino es transparente y no impide la inspección. En casos de emergencia, la colposcopia puede realizarse en cualquier día del ciclo.

¿Se realiza la colposcopia durante el embarazo?

En algunos casos clínicos, la realización de una colposcopia puede ser prescrita también durante el embarazo. La principal indicación para llevar a cabo este estudio es la sospecha de patologías oncológicas, que surge a partir de los resultados de un frotis citológico. Por lo general, para precisar el diagnóstico se realiza una colposcopia simple, y no una extendida. A menudo, esta se lleva a cabo solo en las primeras etapas del embarazo, y en las etapas más avanzadas se prescribe con precaución debido al alto riesgo de infección y desarrollo de hemorragias.

¿Cómo se realiza la investigación?

La colposcopia puede llevarse a cabo de manera ambulatoria. Se realiza en el siguiente orden:

  • la paciente se acuesta en la silla ginecológica;
  • primero se introducen los espéculos y luego se dirige el colposcopio hacia ellos;
  • el médico examina los tejidos de la vagina y el cuello uterino (si es necesario, los seca con un tampón);
  • al detectar patologías, el especialista evalúa sus parámetros;
  • luego se realiza un examen a través de un filtro verde para evaluar el estado de la red vascular;
  • si se encuentran indicaciones para un procedimiento ampliado, se realiza la prueba correspondiente – con una solución al 3% de ácido acético o una solución de Lugol;
  • si aparecen indicaciones, se realiza una biopsia con posterior entrega de la muestra al laboratorio;
  • si se ha realizado una biopsia, se introduce un tampón en la vagina para prevenir el sangrado, que posteriormente la mujer se quita por sí misma.

Los resultados del examen después de la colposcopia se entregan a la paciente de inmediato

Después de finalizar el procedimiento, que no dura más de 15–20 minutos, la mujer recibe los resultados de la colposcopia y puede irse a casa. La fecha de la consulta médica depende de cuándo se reciban las respuestas del laboratorio: si se ha realizado una biopsia, es necesario esperar los resultados del análisis.

Después de la colposcopia

Si durante el estudio se realizó una biopsia, entonces después del procedimiento la paciente debe seguir las siguientes recomendaciones:

  • Durante 10 días no tomar baños generales ni visitar piscinas, saunas o baños de vapor, ni bañarse en cuerpos de agua abiertos.
  • Después de 24 horas, no olvidar retirar el tampón introducido en la vagina. Por lo general, para este momento el sangrado post-biopsia se detiene completamente.

Normalmente, la inspección colposcópica no conduce a complicaciones y es bien tolerada por la mayoría de las pacientes.

A veces, después de realizar una colposcopia, la mujer puede experimentar los siguientes síntomas:

  • dolores en la parte baja del abdomen;
  • secreciones sanguinolentas que duran más de un día;
  • secreciones abundantes;
  • presencia de pus en las secreciones;
  • fiebre;
  • debilidad.

Ante la aparición de estos síntomas, se debe visitar al médico de inmediato.

Descifrado de resultados: qué revela la colposcopia del cuello uterino

Durante el estudio pueden detectarse las siguientes patologías ginecológicas:

  • ectopia;
  • erosión;
  • displasia;
  • focos de atrofia;
  • procesos inflamatorios;
  • papilomas;
  • condilomas;
  • neoplasia intraepitelial cervical;
  • tumor canceroso del cuello uterino.

La colposcopia permite sospechar de patologías oncológicas incluso en las etapas iniciales de su desarrollo. Por esta razón, este método es considerado el estándar de oro en el examen ginecológico de mujeres con sospecha de condiciones precancerosas y cancerosas.

La colposcopia del cuello uterino es un procedimiento de diagnóstico no invasivo, altamente informativo y ampliamente accesible para enfermedades del cérvix, la vagina y la vulva. El instrumento utilizado para su realización permite estudiar los focos patológicos con un aumento múltiple. Si es necesario, el examen se complementa con la toma de material para realizar frotis o biopsias de las áreas más sospechosas. En algunos casos, la colposcopia también se realiza durante el embarazo.

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