Calendario de embarazo en la semana 14
Qué sucede con el bebé
El bebé a las 14 semanas de embarazo ya tiene todos los órganos vitales y los sistemas principales. Aún no funcionan a pleno rendimiento, ya que se desarrollarán a lo largo de dos decenas de semanas. Sin embargo, el futuro bebé los entrena y prueba activamente, preparándose para el prolongado proceso de adaptación postnatal.
- La altura del bebé aumenta hasta los 10-15 cm. Este indicador es variable y depende en gran medida de la constitución de los padres. No hay que preocuparse si la altura está en el límite inferior. Muy pronto el bebé comenzará a ganar los centímetros que le faltan rápidamente.
- El peso del feto alcanza los 45-55 gramos. Ahora se parece a una manzana grande. El bebé aumenta diariamente su masa muscular, acumula tejido adiposo subcutáneo y sus movimientos se vuelven más seguros y fuertes.
- Los signos externos primarios de los órganos sexuales se han formado completamente. Las niñas ya tienen ovarios, y en los niños aparece y comienza a crecer la glándula prostática.
- Los huesos continúan fortaleciéndose. Si antes se parecían a un cartílago frágil, cada día su estructura se vuelve más densa. Para ello, el bebé toma diariamente del organismo de la madre una gran cantidad de calcio, fósforo y vitamina D.
- En la carita del bebé aparece la mímica. Aún es difícil de observar durante una ecografía tridimensional. Sin embargo, cada minuto el pequeño frunce el ceño, sonríe, mueve la cabeza y hace ruiditos con la boca.
- La piel del embrión sigue siendo fina y transparente. A través de ella se pueden ver una gran cantidad de vasos sanguíneos que nutren los órganos y los tejidos blandos. En la superficie de la piel aparece un vello fino y una sustancia protectora. Estos cumplen una función protectora que se mantendrá hasta el momento del parto.
- Comienza el entrenamiento de los órganos respiratorios. El bebé traga líquido amniótico y lo expulsa de nuevo. De esta manera, pone a prueba sus pulmones, que se irán transformando y madurando hasta mediados del tercer trimestre.
- A las 14 semanas comienza un período especial: el segundo trimestre. Para el bebé, esto está relacionado con cambios y transformaciones importantes en su organismo.
Qué sucede con la mamá
La decimocuarta semana de embarazo es un momento crucial para la mujer. En este periodo, se completa el primer trimestre y comienza el segundo. Esto significa que la mayoría de los riesgos y peligros ya han quedado atrás. En la cavidad uterina, la placenta funciona activamente, protegiendo de manera fiable al futuro bebé de los factores negativos externos o internos.
Pecho
A las 14 semanas, pueden aparecer estrías en la piel de las glándulas mamarias. Surgen debido al rápido aumento del volumen del pecho y a la disminución de la elasticidad de la epidermis. Las madres notan líneas finas de color rosa o violeta. A medida que avanza el embarazo, las estrías pueden ensancharse, por lo que es recomendable empezar a usar productos cosméticos preventivos para el cuidado de las glándulas mamarias.
Útero
La cavidad del órgano reproductor se eleva por encima de la pelvis pequeña debido al crecimiento del saco gestacional. Aún no se nota mucho hacia adelante, por lo que la futura mamá puede ocultar su nuevo estado a las personas ajenas. Sin embargo, los familiares cercanos notan claramente que la mujer ha ganado peso y que sus formas se han redondeado y se han vuelto más femeninas. Precisamente a partir de la semana 14, muchas futuras mamás cambian su vestuario habitual por ropa más holgada y cómoda que no comprima la parte inferior del abdomen.
Rostro
Debido a los cambios hormonales, el rostro de la futura mamá puede cambiar. Como los tejidos blandos acumulan líquido, sus rasgos se vuelven difusos. En esta etapa, se puede ver la primera "nariz de patata"o los labios hinchados. Una alimentación adecuada y un régimen de hidratación pueden ayudar a evitar estos inconvenientes en el futuro. También pueden aparecer manchas pigmentadas en el rostro. No surgen por la exposición al sol, sino bajo la influencia del equilibrio hormonal. Sin embargo, una crema solar puede ayudar a reducir la probabilidad de oscurecimientos localizados en el rostro durante el clima caluroso.
Cuerpo
Hace unas dos semanas, comenzó a aparecer un ligero vello claro en el abdomen y el pecho de la futura mamá. Para la semana 14, puede aumentar, pero no hay que preocuparse ni buscar métodos efectivos para eliminarlo. Después del parto, el vello desaparecerá por sí solo. Al recurrir a la depilación, las futuras mamás corren el riesgo de provocar el crecimiento de nuevos pelos. Con el inicio del segundo trimestre, aumenta la actividad de las glándulas sudoríparas. Las mujeres notan que de repente sienten calor, sudan y su rostro se enrojece. Estos momentos no ocurren con frecuencia, pero causan un serio malestar.
Cabello y uñas
A las 14 semanas, se puede notar cómo el cabello se ha vuelto más grueso. Las mujeres comentan que los cabellos se vuelven más gruesos y caen con menos frecuencia. Además, las uñas crecen más rápido y su estructura se fortalece de manera mágica. A veces, se atribuyen estos cambios a los complejos multivitamínicos. Sin embargo, es más correcto agradecer al equilibrio hormonal y a una alimentación saludable y equilibrada. Los cambios positivos en el estado del cabello y las uñas se mantendrán hasta el parto. Por lo tanto, después de la llegada del bebé, parecerá que el cabello literalmente se cae.
Dientes
Las 14 semanas son un momento adecuado para visitar al dentista. La mayoría de las futuras mamás tienen indicaciones para una limpieza dental, por lo que ha llegado el momento de someterse a un tratamiento. Si no se hace, después de la semana 14, el estado de los dientes puede empeorar notablemente. Este período se acompaña de un rápido crecimiento del cuerpo del bebé y el fortalecimiento de sus huesos. Debido a la deficiencia de fósforo y calcio, los dientes de la futura mamá sufren. Un gel remineralizante y una alimentación completa pueden ayudar a fortalecer el esmalte.
Toxicosis
Con el inicio del segundo trimestre, hasta el 80% de las mujeres se libran de la toxicosis. Las náuseas matutinas y los vómitos desaparecen por sí solos y dejan de atormentar a la futura mamá. Esto permite disfrutar plenamente de la comida favorita, volver a llevar un estilo de vida habitual, pasear mucho y viajar. Si en las primeras etapas los signos de toxicosis no permitían alimentarse adecuadamente, ahora se puede corregir este momento. Además, a las 14 semanas aumenta la necesidad del organismo de la mamá y su bebé en vitaminas y micronutrientes.
Masa corporal
Más de la mitad de las mujeres ganan peso para la semana 14. El aumento se debe al crecimiento del útero y al incremento del volumen corporal. También, debido a la progesterona, se acumula líquido en los tejidos blandos. En la semana 14, los pesajes regulares muestran un aumento de 2-3 kg. Sin embargo, si los signos de toxicosis fueron severos en las primeras etapas, estos indicadores pueden ser menores. Si en el primer trimestre la futura mamá no ganó, sino que perdió peso, ha llegado el momento de corregir este inconveniente. No obstante, no se debe abusar de la comida chatarra y grasosa. Después del parto, querrás deshacerte de los kilos de más lo antes posible.
Sistema urinario
El útero en crecimiento a las 14 semanas ya ha salido de los límites de la pelvis menor y se proyecta hacia adelante. La cavidad del órgano reproductor se sitúa de tal manera que ejerce presión sobre la vejiga. Por eso, las mujeres al inicio del segundo trimestre sienten más frecuentemente la necesidad de orinar. Basta con beber una taza de té para que inmediatamente tengan que ir al baño 2-3 veces. Es importante no aguantar las ganas de orinar. De lo contrario, la futura mamá podría tener problemas con el funcionamiento del sistema urinario e incluso podría desarrollarse una complicación.
Digestión
El útero a las 14 semanas aún no presiona el estómago, por lo que la futura mamá no experimenta problemas digestivos. Si en este período ha terminado la toxicosis, la mujer puede permitirse cualquier tipo de comida. Hasta el 50% de las futuras mamás notan cambios en el funcionamiento del sistema digestivo al inicio del segundo trimestre. Las primeras etapas del embarazo, debido al aumento del nivel de progesterona, se acompañan de estreñimiento. Para la semana 14, se restablece el peristaltismo intestinal y las deposiciones se vuelven regulares. Esto permite a las mujeres sentirse cómodas.
Corazón y vasos sanguíneos
El volumen de sangre circulante aumenta a las 14 semanas. Debido a esto, se incrementa la carga sobre los vasos sanguíneos y el corazón. Las mujeres no pueden monitorear cómo funciona el sistema cardiovascular en su cuerpo, pero sienten cambios evidentes. Dado que el corazón bombea un gran volumen de sangre, aumenta la frecuencia de sus contracciones. Debido a la inclusión de pequeños vasos sanguíneos en el trabajo, se observa una disminución en los indicadores de presión arterial. La mujer puede preocuparse por las hemorragias nasales, que con mayor frecuencia aparecen por la mañana después de despertarse.
Desarrollo de gemelos
En un embarazo múltiple, las tasas de crecimiento y aumento de peso para los futuros bebés son más bajas que en un embarazo único. A pesar de esto, los futuros niños también se desarrollan activamente y, en la mayoría de los casos, sus indicadores físicos son comparables a los de sus compañeros de la misma edad.
El tamaño de cada bebé a las 14 semanas de gestación es de aproximadamente 10 cm, y su peso total se acerca a los 70 gramos. En un embarazo gemelar, la altura del fondo uterino aumenta más rápidamente, por lo que en este período las futuras mamás pueden notar un aumento evidente en el volumen de la parte inferior del abdomen.
Los bebés que están en diferentes sacos amnióticos no pueden tener un contacto cercano entre sí. Por lo general, estos son niños de diferente sexo, en los que ya se pueden ver los primeros signos sexuales primarios. Si los bebés están en el mismo saco amniótico, tienen contacto táctil. La mayoría de las veces, estos son niños del mismo sexo. Este indicador se puede conocer con certeza si se realiza una ecografía a las 14 semanas.
Examen médico
En la semana 14, la mujer ya conoce los resultados del cribado que se realizó hace 1-3 semanas. Si no se detecta un riesgo elevado de tener un hijo con anomalías, la mujer continúa bajo la supervisión del médico, sometiéndose a exámenes y mediciones regulares.
Médicos
- dentista – evalúa el estado de la cavidad bucal y, si es necesario, programa una fecha para el tratamiento;
- médico de cabecera – revisa los resultados de los últimos análisis y da recomendaciones sobre la alimentación y el estilo de vida;
- ginecólogo – realiza un examen semanal, mide el abdomen y, según sea necesario, recomienda consultas con especialistas.
Análisis
- análisis de sangre general del dedo – proporciona una imagen completa del estado del organismo y descarta signos de procesos patológicos;
- análisis de orina general – muestra el estado del sistema urinario y descarta el período agudo de enfermedades.
Procedimientos
- medición de la presión arterial – permite monitorear el funcionamiento de los vasos sanguíneos y el corazón, excluye o detecta desviaciones;
- auscultación del latido fetal con un dispositivo especial – comienza a partir de la semana 14 y se realiza en cada visita al ginecólogo;
- colposcopia – el diagnóstico de patologías ocultas del cuello uterino se programa para el inicio del segundo trimestre;
- amniocentesis temprana – estudio del líquido amniótico en caso de resultados insatisfactorios del primer cribado.
Dificultades durante el embarazo
La probabilidad de un aborto espontáneo en la semana 14 se reduce al mínimo, pero la futura mamá puede enfrentar otras dificultades durante el embarazo.
Insuficiencia del canal cervical
Esta condición se detecta durante el examen ginecológico en la semana 14 de embarazo en el 15% de las mujeres. Se caracteriza por la insuficiencia del cuello uterino y la dilatación prematura del orificio interno. Sin la ayuda oportuna, puede llevar a un aborto espontáneo. Por lo tanto, es importante comenzar lo antes posible con la terapia de mantenimiento. Esta consiste en el soporte mecánico del cuello uterino mediante la colocación de puntos de sutura o un pesario. Al mismo tiempo, se recomienda a la futura mamá reposo emocional, físico y sexual, así como la toma de antiespasmódicos.
Patologías del cuello uterino
Aproximadamente el 50% de las mujeres durante el embarazo enfrentan diversas patologías del cuello uterino. Las más comunes son la erosión, la ectopia y el endocervicitis. Todas estas condiciones no amenazan directamente el embarazo, pero pueden causar complicaciones durante el parto natural. Las patologías del cuello uterino se acompañan de sangrados de contacto y secreciones abundantes. Ante tales quejas, se recomienda a la mujer un examen ginecológico y frotis para determinar las causas. Por lo general, las patologías del cuello uterino de carácter no infeccioso no se tratan en la semana 14.
Hipertonía
El aumento del tono uterino en la semana 14 es algo común. En este período, el feto crece activamente y las paredes del órgano reproductor se estiran. El hipertonus se acompaña de espasmos en la parte baja del abdomen, lo que puede resultar en secreciones. La patología se diagnostica durante una ecografía y responde bien al tratamiento. En la terapia se utilizan medios etiológicos, dirigidos a eliminar las causas del hipertonus, y medicamentos sintomáticos que alivian el estado de la futura mamá.
Hipertensión arterial
La presión arterial alta en la semana 14 puede estar relacionada con una carga aumentada sobre el corazón y los vasos sanguíneos. Además, la hipertensión durante el embarazo puede ser causada por enfermedades somáticas o vegetativas. Las futuras mamás son sensibles, por lo que reaccionan intensamente a todo lo que ocurre a su alrededor. El estrés, la fatiga aumentada, la falta de sueño y las preocupaciones también pueden ser causas de la hipertensión.
Enfermedades de la sangre
Aproximadamente el 10% de las futuras mamás se enfrentan a patologías del sistema circulatorio. La sangre demasiado espesa lleva a la formación de trombos en los vasos de la placenta, lo que amenaza la vida del futuro bebé. Las enfermedades de la sangre son una causa común de interrupción del embarazo al inicio del segundo trimestre. Por lo tanto, es importante realizar análisis de sangre a tiempo y, si es necesario, corregir el índice de coagulación.
Várices en las extremidades inferiores y la pelvis
La insuficiencia venosa en las extremidades inferiores comienza a manifestarse a partir de la semana 14 de embarazo o un poco más tarde. Se acompaña de pesadez en las piernas, hinchazón y la aparición de una red venosa. A medida que avanza el embarazo, la carga sobre los vasos sanguíneos de las extremidades inferiores aumentará. Por lo tanto, ya es momento de que la futura mamá se preocupe por la salud de sus venas.
Qué se puede y qué no se puede
A medida que avanza el embarazo, las restricciones para la mujer embarazada aumentan. Las futuras mamás se preguntan seriamente si pueden realizar ciertas actividades. Lo que antes parecía habitual y natural, ahora puede estar prohibido. Una simple guía puede ayudar a una mujer de 14 semanas a entender qué puede hacer y qué no.
Lo que PUEDE hacer la futura mamá:
- Continuar con su actividad laboral. Con el fin de las náuseas matutinas y el inicio del segundo trimestre, la capacidad de trabajo de las mujeres aumenta. Mientras la barriga no sea demasiado grande y no cause incomodidad, se puede seguir trabajando en lo que le gusta y continuar con su carrera.
- Tomar complejos multivitamínicos y otros medicamentos prescritos. Dado que el organismo del bebé ya está formado, para su correcto desarrollo necesita una gran cantidad de vitaminas y minerales. La ingesta adicional de complejos ayuda a prevenir la deficiencia de estas sustancias.
- Mantener la actividad física. Si no hay contraindicaciones, es necesario moverse más. Esto mejora la circulación sanguínea en la cavidad pélvica, oxigena las células del cuerpo y acelera los procesos metabólicos.
- Levantar objetos pesados, cuyo peso no supere los 2 kg. Si hay un niño pequeño en la familia, en la medida de lo posible, no cogerlo en brazos. Cuando esto no se pueda evitar, es recomendable soltar al niño lo antes posible. Todos los movimientos durante el esfuerzo físico deben realizarse con cuidado y sin prisas.
- Disfrutar en buena compañía. Durante el embarazo no es necesario privarse de placeres. Si te sientes bien a las 14 semanas, puedes salir a pasear, visitar a amigos, encontrarte con personas agradables, viajar y hacer excursiones.
Lo que NO debe hacer una futura mamá:
- Consumir comida rápida de cafeterías y restaurantes. Este tipo de comida contiene una gran cantidad de grasas trans y sustancias nocivas. Afectan negativamente el estado de los vasos sanguíneos y el corazón, y aumentan el riesgo de patologías durante el embarazo.
- Beber bebidas con colorantes y alcohol. Las sustancias tóxicas y dañinas que se forman tras la descomposición de las moléculas de estas bebidas llegan al niño y tienen un impacto negativo en su desarrollo.
- Tomar medicamentos para el dolor de cabeza, pesadez en el estómago, diarrea y otros malestares. A pesar de que a las 14 semanas la placenta ya protege al futuro bebé, los principios activos de algunos medicamentos pueden llegar al bebé y causarle un daño irreparable.
- Practicar deportes profesionales. Si antes la mujer embarazada dedicaba mucho tiempo a entrenamientos deportivos y ejercicios de fuerza, ahora tendrá que olvidarse de ellos.
- Realizar ciertos procedimientos cosméticos. Todas las manipulaciones que impliquen contacto con sangre y puedan causar dolor deben ser excluidas. Tienen una serie de efectos secundarios y complicaciones que pueden afectar el curso del embarazo.
Alimentación adecuada
Una alimentación adecuada asegura la ingesta suficiente de nutrientes en el organismo de la futura mamá y elimina el riesgo de sobredosis de vitaminas. En la semana 14, a veces, realmente apetece comer algo poco saludable. Si de vez en cuando la futura mamá se permite consumir algo "poco saludable", el resto del tiempo debe seguir estrictamente una dieta saludable.
En la semana 14 de embarazo se recomienda:
- Consumir en el desayuno una cantidad suficiente de alimentos para satisfacer al organismo con proteínas, grasas y carbohidratos. Esta comida se considera la primera y principal. Si se antojan dulces o bollería, es mejor incluirlos en el menú del desayuno.
- En el almuerzo, comer una variedad de alimentos. El menú debe incluir proteínas animales, que proporcionarán al organismo material de construcción. Los carbohidratos de absorción lenta repondrán la falta de energía y asegurarán vitalidad. La fibra, que se encuentra en las verduras y frutas, tendrá un efecto positivo en la motilidad intestinal y asegurará la ingesta adecuada de vitaminas en el organismo.
- La cena de una futura mamá en la semana 14 debe consistir principalmente en alimentos ricos en proteínas. También debe incluir carbohidratos de absorción lenta. Es mejor que esta comida sea más ligera en comparación con las demás. Al final de la jornada laboral, el metabolismo se ralentiza y el proceso de digestión se alarga.
- Antes de ir a dormir, es recomendable consumir un producto lácteo fermentado: leche cuajada, kéfir, requesón, yogur. Esto normaliza la flora intestinal, mejora la digestión, fortalece el sistema inmunológico y repone la deficiencia de calcio. Además, un ligero tentempié antes de dormir puede reducir la frecuencia de visitas nocturnas al frigorífico.
- Además de las comidas principales, en la semana 14 son necesarios los tentempiés. El primero es mejor tomarlo 2-3 horas después del desayuno, y el siguiente después del almuerzo. Los tentempiés ayudan a suprimir el apetito y a reducir la cantidad de comida consumida en la siguiente comida.
A las 14 semanas, la futura mamá ya es plenamente consciente de su nueva situación, por lo que en este periodo las mujeres suelen prestar más atención a los beneficios de los alimentos.
- Los productos de origen animal deben adquirirse de vendedores certificados y cocinarse mediante asado, hervido o al vapor;
- Entre las verduras y frutas, se debe dar preferencia a las de temporada, ya que contienen la mayor cantidad de vitaminas y minerales;
- Los cereales, legumbres y pasta de trigo duro deben estar presentes en la dieta diaria;
- Para mejorar el sabor de los platos y aportar beneficios, se puede utilizar aceite vegetal (de oliva, de lino u otro), pero no debe someterse a tratamiento térmico;
- La sal y las especias deben usarse con moderación, ya que su exceso sobrecarga el corazón y aumenta la probabilidad de edemas.
Necesidad de vitaminas y minerales
Para la semana catorce, el ginecólogo prescribe a la futura mamá la toma de complejos multivitamínicos. Estos contienen un equilibrio óptimo de los micronutrientes necesarios. Esto permite que el cuerpo de la mujer embarazada no experimente una deficiencia de las sustancias necesarias. Sin embargo, la futura mamá en la semana 14 sigue obteniendo nutrientes beneficiosos de los alimentos. A diferencia de los sintéticos, estos se absorben mejor.
Ácido fólico
De los ginecólogos también se puede escuchar el nombre alternativo de esta vitamina: B9 o M. Es muy importante desde los primeros minutos después de la concepción, ya que participa activamente en la formación de la médula espinal y el sistema nervioso. En la semana 14, la necesidad de ácido fólico disminuye, pero no desaparece por completo. Esta sustancia es fundamental para la construcción de nuevas células en el cuerpo del futuro bebé y su mamá. Es necesaria para el correcto desarrollo del sistema respiratorio y el hígado. Además de las tabletas recetadas, la futura mamá debe consumir fuentes alimenticias de ácido fólico. Entre ellas se pueden destacar:
- rúcula;
- perejil;
- guisantes;
- calabaza;
- col;
- huevo;
- pan;
- hígado.
Vitaminas B2, B6, B12
Además del conocido ácido fólico, hay otras vitaminas del grupo B que son importantes para el desarrollo del feto a las 14 semanas. Estas sustancias aseguran un intercambio normal de nutrientes y oxígeno entre el futuro bebé y su madre. Mantienen un estado estable del sistema nervioso de la futura mamá, lo cual es muy importante para el buen curso del embarazo. En el desarrollo del sistema endocrino, nervioso, cardíaco y vascular participan las vitaminas del grupo B. Sus fuentes adicionales son:
- yema de huevo de gallina;
- yema de huevo de codorniz;
- pescados rojos;
- verduras de hoja;
- vísceras de animales y aves;
- carne roja magra;
- caviar rojo;
- panes integrales.
Vitamina E
Para mantener la belleza y juventud del cuerpo, así como prevenir la aparición de estrías, ayuda el tocoferol. Esta vitamina hasta las 14 semanas apoya el funcionamiento de los ovarios y asegura la función completa del cuerpo lúteo. Con el inicio del segundo trimestre, es necesaria para la eliminación de toxinas y sustancias nocivas del organismo, que pueden afectar negativamente el desarrollo del bebé. Además, el tocoferol mantiene un tono muscular normal y previene la formación de insuficiencia cervical en la futura mamá. Sus fuentes son:
- almendras;
- lino;
- aguacate;
- hígado;
- pan;
- pimentón;
- aceite vegetal, elaborado a partir de lino, pepitas de uva, aceitunas.
Vitamina C
El ácido ascórbico es el antioxidante más potente y un inmunomodulador natural. Protege las células del organismo en crecimiento y previene la influencia de toxinas. Además, la vitamina C natural participa indirectamente en la formación de la inmunidad innata. En el cuerpo de la madre, el ácido ascórbico restaura las células dañadas y previene el impacto de los radicales libres. Las fuentes son:
- rábano picante;
- pimiento;
- tomate;
- patata;
- brócoli;
- perejil;
- fresas;
- limón;
- pomelos.
Vitamina D
Esta sustancia asegura una buena absorción y distribución adecuada del fósforo y el calcio. Esto es muy importante, ya que estas sustancias están en déficit en la semana 14 de la futura mamá. Son necesarias para fortalecer el tejido óseo del feto y participan en la formación de los futuros dientes de leche. Para obtener la cantidad necesaria de vitamina D, se aconseja a la mujer embarazada pasar mucho tiempo al aire libre y exponerse al sol. Si la futura mamá vive en lugares con clima lluvioso o pasa mucho tiempo en casa, puede obtener vitamina D de los alimentos:
- huevo;
- queso;
- requesón;
- pescado;
- mariscos.
Vitamina A
El retinol no se recomienda al inicio del embarazo, pero a partir del segundo trimestre es necesario para el desarrollo del futuro bebé. Esta vitamina permite que el sistema vascular se forme correctamente y proporciona prevención contra la anemia congénita, así como otras enfermedades de la sangre. A partir de la semana 14, se produce un desarrollo activo de los órganos de la vista y el oído del bebé, para los cuales también es necesario el retinol. Se puede obtener de alimentos que pueden estar presentes diariamente en la mesa de la futura mamá:
- hígado;
- mantequilla;
- nata;
- leche;
- yema.
Vitamina P
Esta sustancia es importante para la formación y desarrollo del cerebro del futuro niño. La vitamina tiene una acción antiviral y ejerce un efecto antiinflamatorio. Previene el impacto de los virus en la placenta, lo que asegura la prevención de su envejecimiento prematuro. Se puede obtener la vitamina P de los siguientes alimentos:
- albaricoque;
- cereza;
- escaramujo;
- zarzamora;
- serbal;
- grosella.
Zinc
Los datos estadísticos permiten afirmar que prácticamente todas las futuras mamás obtienen la cantidad adecuada de zinc, siempre y cuando tengan una alimentación variada y equilibrada. Sus fuentes están incluidas en la dieta diaria de las mujeres embarazadas:
- mariscos;
- ajo;
- almendras;
- arroz;
- levadura;
- ternera;
- judías;
- huevo;
- cacao.
Selenio
Este microelemento es necesario para el correcto desarrollo del feto. Ayuda al crecimiento y formación del corazón, hígado y bazo. Participa en la transformación del sistema nervioso e inmunológico. El selenio es importante para el correcto funcionamiento del aparato endocrino en las mujeres embarazadas. Las fuentes de selenio son:
- setas;
- ajo;
- cereales;
- riñones;
- hígado;
- pescado;
- carne.
Yodo
Este importante elemento se prescribe a las futuras mamás a las 14 semanas de embarazo o un poco antes. Como muestra la práctica, hasta el 90% de las mujeres experimentan deficiencia de yodo. Las embarazadas están en la zona de riesgo, ya que la falta de este elemento afecta la salud del futuro bebé. La deficiencia de yodo puede causar patologías congénitas de la glándula tiroides, enfermedades autoinmunes, insuficiente aumento de peso en el niño. En casos más graves, la falta de yodo provoca retraso en el desarrollo del feto y aumenta el riesgo de mortinato. Las fuentes de yodo pueden estar en la mesa de una mujer embarazada:
- alga marina;
- pescado graso;
- caviar rojo;
- yema de huevo;
- sal yodada;
- fresas;
- arándanos;
- ciruelas pasas;
- patatas;
- judías.
Hierro
El microelemento debe estar presente en cantidades normales desde la semana 14 de embarazo hasta el final del término gestacional. En caso de deficiencia, la futura mamá desarrolla anemia rápidamente. Esto lleva a debilidad, somnolencia y apatía. Las células del cuerpo experimentan una falta de oxígeno, y la placenta no es una excepción. La deficiencia de hierro en la futura mamá provoca hipoxia en el feto y retraso en el desarrollo intrauterino. Fuentes de hierro:
- carne;
- huevos;
- vísceras;
- granadas;
- legumbres;
- higos;
- pasas.
Calcio
Como a las 14 semanas el bebé comienza a fortalecer su sistema musculoesquelético, necesita una cantidad suficiente de calcio. Este micronutriente el futuro bebé lo obtiene del organismo de la madre. La mayoría de las veces, el bebé no sufre de falta de calcio, lo que no se puede decir de su madre. En la mujer, el déficit de este micronutriente se acompaña de una mayor fragilidad del cabello y las uñas, aumento de la sensibilidad dental y desgaste del esmalte. Para evitar consecuencias más graves, es necesario reponer diariamente la cantidad faltante de calcio. Para ello, hay que introducir en la dieta:
- quesos duros y blandos;
- requesón con al menos un 5% de grasa;
- nata con al menos un 10% de grasa;
- sardinas;
- anchoas;
- ajo;
- almendras;
- perejil;
- leche.
¡Importante! El complejo multivitamínico debe ser elegido según la recomendación del médico – su obstetra-ginecólogo y/o terapeuta.
Consejos útiles
En la semana 14, es muy importante cambiar tu dieta si no lo has hecho antes. La calidad y el tipo de alimentos que consumes no solo afectan la nutrición de tu cuerpo. La comida saludable ayuda a mantener la piel elástica, fortalece el cabello y las uñas, y reduce el riesgo de ganar peso en exceso. Las náuseas matutinas han dejado de ser un problema, pero eso no es motivo para abusar de alimentos poco saludables. Durante todo el embarazo, debes seguir una dieta equilibrada, saludable y variada.
En la semana 14, el estado emocional de la futura mamá se estabiliza. El apetito vuelve y las náuseas desaparecen. Ahora comienza el periodo más tranquilo, cuando la barriga aún no causa molestias y las preocupaciones ya han disminuido. El futuro padre debe seguir ayudando a su pareja, ya que de esto depende el ambiente emocional en la familia y el estado de ánimo de la mujer.
Ejercicios para futuras mamás
A pesar del aumento del vientre y del avance del embarazo, en la semana 14 no es necesario renunciar a los ejercicios físicos. Ayudan a mantener el cuerpo en forma, quemar calorías extra, mejorar el tránsito intestinal, además de elevar el ánimo y mejorar la apariencia.
El fitness para futuras mamás en la semana 14 incluye los siguientes entrenamientos:
- natación libre en la piscina;
- caminatas prolongadas al aire libre;
- gimnasia de 5 minutos para embarazadas durante los descansos en el trabajo;
- ejercicio matutino diario;
- estiramientos de la espalda y la zona de los hombros;
- ejercicios para aliviar la tensión del cuello;
- entrenamiento de los músculos del suelo pélvico (si no hay contraindicaciones médicas).
Malestares durante el embarazo
Trastorno intestinal
La diarrea puede ocurrirle a cualquier mujer embarazada, incluso en la semana 14. Un especialista puede determinar las causas de las frecuentes ganas de defecar, por lo que es recomendable acudir al médico. Al mismo tiempo, la mujer puede sospechar cuál es la causa de la diarrea. Puede ser el estrés, la toma de laxantes, un cambio en la dieta, una enfermedad viral o bacteriana. Si la diarrea tiene un origen infeccioso, así como en casos de intoxicación, existe una amenaza para el futuro bebé.
Estreñimiento
Las mujeres no suelen enfrentarse al estreñimiento en la semana 14 tan frecuentemente como en etapas más avanzadas. La disminución de la motilidad intestinal puede ser resultado de la falta de fibra en la dieta diaria de la futura madre. Además, la baja actividad física puede afectar el funcionamiento del intestino. Si la ausencia de evacuaciones no supera los 3 días, no hay motivo de preocupación. Cuando la defecación está ausente por un período más prolongado, es imprescindible discutir los métodos de corrección con el médico.
Dolores abdominales
Las quejas de dolores en la parte baja del abdomen a las 14 semanas son el motivo más frecuente de consultas no programadas al ginecólogo. Para evaluar la gravedad de la situación, es necesario determinar la causa del malestar. La mayoría de las veces, a las 14 semanas, los dolores abdominales son provocados por el hipertonía uterina. También en esta área pueden doler los intestinos y los riñones. La táctica de tratamiento depende de la naturaleza del origen de los síntomas.
Dolores en la zona lumbar
Las sensaciones de tirón en la zona lumbar hacen que la futura mamá acuda al médico en cualquier momento del embarazo. A las 14 semanas aún no hay una carga fuerte sobre la columna vertebral, sin embargo, el centro de gravedad ya comienza a desplazarse. Esto lleva a que la mujer cambie su forma de caminar. Al estar sentada durante mucho tiempo o al estar de pie durante largos periodos, aparecen sensaciones de tirón en la espalda, similares a las que se sienten antes de la menstruación. Para reducir el malestar, es necesario cambiar de posición con más frecuencia, hacer ejercicios ligeros, y en 1-2 meses se podrá utilizar la ayuda de una faja.
Dolores en las piernas
Las molestias en las piernas pueden ser causadas por diferentes razones, pero el factor desencadenante es la carga aumentada. Por lo tanto, ya en la semana 14 de embarazo, se debe elegir un calzado cómodo hecho de materiales de calidad. Es mejor olvidarse de los tacones altos y los zapatos apretados. Las sensaciones dolorosas en las piernas a las 14 semanas son causadas por insuficiencia venosa, deficiencia de magnesio y calambres, patologías del tejido óseo debido a la falta de estrógenos.
Dolores de cabeza
Las quejas de dolor de cabeza ocupan la segunda posición en la lista de malestares en la semana 14 de embarazo, después de los espasmos abdominales. Existen muchas causas de la pesadez en la cabeza, y no siempre es posible determinar con certeza cuál es. En caso de dolores regulares, los médicos observan la presión arterial de la futura mamá, así como su estado emocional. Si no se puede determinar la causa del malestar, se recomienda descansar más, tomar sedantes vegetales, evitar el estrés y pasar mucho tiempo al aire libre. También es importante recordar que el dolor de cabeza ocurre con más frecuencia al consumir cafeína, chocolate y carbohidratos rápidos.
Dolor de muelas
El dolor de dientes en la semana 14 puede surgir debido a una redistribución incorrecta de calcio, fósforo y flúor. El bebé necesita estos elementos y los toma del cuerpo de la madre. Como resultado, aumenta la porosidad del esmalte y se acelera el desarrollo de caries. Es muy importante detener estos procesos a tiempo, ya que después del embarazo muchas personas sufren de problemas dentales graves. En la semana 14, es recomendable visitar al dentista incluso si solo hay un leve aumento en la sensibilidad dental. Si no hay necesidad de saneamiento, el médico recomendará cómo mantener los dientes sanos y fuertes durante el resto del embarazo.
Molestias al orinar
Debido a la creciente presión sobre la cavidad del órgano reproductor, aumenta la probabilidad de enfermedades del sistema urinario. La cistitis, la uretritis y la pielonefritis se acompañan de sensaciones dolorosas al orinar, frecuentes ganas de ir al baño, ardor y malestar. Es importante no ignorar los síntomas, ya que con el tiempo la enfermedad puede volverse crónica.
Lista de verificación
- Presta atención a los cambios en tu cuerpo. Si aumentas de volumen, es el momento adecuado para cambiar tu vestuario y adquirir ropa interior nueva.
- Consulta al ginecólogo para conocer los resultados del cribado realizado.
- Realiza los análisis recomendados para descartar patologías. Si se detectan problemas, toma medidas junto con el médico para solucionarlos.
- Dedica tiempo libre a tu pareja. Después del nacimiento del bebé, será más complicado.
- Haz una ecografía adicional si estás impaciente por conocer el sexo del futuro bebé. Es recomendable elegir clínicas con equipos nuevos y de alta precisión.
- Presta atención a tu lugar de descanso. Pronto podrías necesitar una almohada para embarazadas, por lo que es mejor elegirla ya.
- Elige nuevos productos de higiene y cuidado personal. Es preferible optar por marcas diseñadas específicamente para futuras mamás.