Calendario de embarazo en la semana 28

Qué sucede con el bebé

En la semana 28 de embarazo, el bebé sigue creciendo y ganando peso. La longitud de su cuerpo es de 35 cm y su masa es de 1200-1300 gramos. Se está formando el tejido subcutáneo y la capa de grasa está aumentando. En la piel se forma una sustancia protectora. Continúa la formación del tejido muscular y óseo, y los huesos comienzan a almacenar calcio. Se completa la formación de la corteza cerebral.
Se desarrollan los reflejos de succión y agarre, y aparecen movimientos faciales como el parpadeo y la sonrisa. El bebé se mueve activamente y cambia de posición con frecuencia. En los niños, los testículos descienden desde la cavidad abdominal hasta el escroto. El páncreas comienza a producir enzimas y el hígado, bilis. Las células sanguíneas ahora son producidas por la médula ósea.

Qué sucede con la mamá

En la semana 28 de embarazo continúan los cambios en el cuerpo de la mujer embarazada. Ahora están dirigidos a la preparación para el parto. La barriga es aún más notable, por lo que la mujer siente plenamente su embarazo. Surge una ansiedad natural, preocupación por el parto que se avecina.

Aumento del útero

La altura del fondo uterino, es decir, la distancia desde la parte superior del abdomen hasta el pubis, es de 28-30 cm. Para esta fecha, el útero se ha multiplicado por 4. Periódicamente se sienten sensaciones de tirón en el abdomen.

Frecuencia de micciones

El útero en crecimiento presiona la vejiga, por lo que la embarazada va al baño con frecuencia. La frecuencia de micciones en la semana 28 puede llegar a 8-10 veces al día.

Dolores de cabeza y mareos

La falta de oxígeno provoca una sensación de mareo. Algunas embarazadas experimentan un dolor de cabeza moderado por las tardes. Este desaparece por sí solo, sin necesidad de tomar analgésicos.

Molestias en la zona lumbar

Debido al aumento del útero, continúa el desplazamiento del centro de gravedad del cuerpo, aumentando la carga sobre la columna vertebral. La mujer camina arqueando la zona lumbar, por lo que por la tarde surgen sensaciones de tirón moderadas.

Cambios en las glándulas mamarias

El pecho se hincha, se vuelve más sensible. Esto significa que se está preparando para la producción de leche. En algunas mujeres, en esta etapa aparecen las primeras gotas de calostro.

Manchas pigmentarias, estrías

Aparecen manchas marronáceas en la piel, generalmente en la cara, los antebrazos y el pecho. En los laterales del abdomen, debido a su aumento, se forman estrías. Estas se ven como líneas rojas tenues y, a veces, estas áreas pican.

Hinchazón

La compresión de las venas de la pelvis menor y el aumento del consumo de líquidos contribuyen a la formación de hinchazón en las piernas. Son leves, se observan a lo largo del día y no van acompañadas de dolor.

Secreciones vaginales

Continúan apareciendo y pueden ser bastante abundantes. Tienen un color blanco o amarillento y un olor ligeramente ácido. Su formación se debe a la acción de las hormonas.
Secreciones sanguinolentas. No debería haber ninguna secreción sanguinolenta en la semana 28 del embarazo.

Cambio en el olfato y las preferencias gustativas

En la mayoría de las embarazadas en la semana 28 no se presentan cambios bruscos en las preferencias gustativas ni aversiones a ciertos olores. Sin embargo, es posible que surja un deseo repentino de comer algún alimento específico o de percibir un aroma en particular.

Aumento de peso

Para la semana 28 de embarazo, la mujer no debería haber ganado más de 9 kg. El aumento de peso semanal es de 400 gramos.

Examen médico

A partir de la semana 28 de embarazo, la mujer visita al ginecólogo dos veces al mes. Es necesario llevar los resultados de los análisis anteriores a la consulta, el médico los evalúa y realiza un examen externo.
Examen realizado:
  • análisis general de orina — para descartar inflamación de los riñones y la vejiga;
  • análisis de sangre para el azúcar — según indicaciones, si la mujer gana mucho peso;
  • análisis general de sangre — según indicaciones, si hay sospecha de anemia o para controlar el tratamiento de una anemia ya existente;
  • medición de la circunferencia abdominal y la altura uterina — para evaluar el crecimiento del feto;
  • medición del peso corporal — para determinar el aumento de peso;
  • examen vaginal — para determinar el estado del cuello uterino y descartar el riesgo de parto prematuro;
  • medición de la presión arterial en ambos brazos — para descartar hipertensión, característica de la gestosis o preeclampsia;
  • auscultación del latido fetal — para evaluar su estado y determinar la falta de oxígeno.

Dificultades del embarazo

En la semana 28, es posible que se produzcan partos prematuros, y durante un examen, el médico puede detectar anomalías en el desarrollo del feto o en el curso del embarazo.

Partos prematuros

Están relacionados con la insuficiencia del canal cervical, anomalías genéticas en el feto y enfermedades infecciosas. Además, el parto puede comenzar si la mujer ha levantado objetos pesados o ha estado muy nerviosa. Se produce la rotura de las aguas y comienzan las contracciones. En la semana 28, el bebé ya está prácticamente formado, por lo que, si se busca atención médica urgente y se proporciona el cuidado adecuado al bebé, el resultado suele ser favorable.

Retraso del crecimiento intrauterino

Se determina por el bajo peso del feto y la insuficiente longitud del cuerpo. Se puede sospechar esta condición por el escaso aumento de peso de la embarazada y la circunferencia abdominal que no corresponde a la edad gestacional. Las causas del retraso del desarrollo son la anemia, los hábitos nocivos de la madre, una dieta estricta durante el embarazo y enfermedades del corazón y del hígado. Los niños con bajo peso también son comunes en embarazos múltiples.

Hipoxia intrauterina

Este estado surge cuando hay una insuficiente entrada de oxígeno en el organismo del feto. Las principales causas son la anemia, los hábitos nocivos de la madre, enfermedades pulmonares y cardíacas de la mujer, y la alteración en la formación de la placenta. La mujer puede sospechar de hipoxia si el bebé comienza a moverse demasiado activamente y, después de unos días, se queda quieto.

Diabetes gestacional

Una complicación poco frecuente del embarazo, relacionada con el aumento del nivel de glucosa en la sangre. Las hormonas de la placenta interfieren con la capacidad de la insulina para utilizar la glucosa, por lo que esta se acumula en los tejidos y en la sangre. Los factores de riesgo para desarrollar diabetes son el exceso de peso antes del embarazo, el aumento de peso demasiado rápido y la diabetes en familiares. La embarazada puede sospechar de esta condición por una sed intensa y edemas en las piernas. El diagnóstico se confirma mediante un análisis de sangre.

Insuficiencia istmico-cervical

Esta es una dilatación prematura del cuello uterino. Normalmente, el cuello uterino permanece cerrado durante todo el embarazo, actuando como una barrera contra infecciones y manteniendo al feto dentro de la cavidad uterina. Se abre justo antes del parto. Si esto ocurre en la semana 28 del embarazo, hay un alto riesgo de parto prematuro. Las causas incluyen abortos frecuentes, erosiones del cuello uterino, operaciones en el cuello, trastornos hormonales. Es difícil determinar la insuficiencia de antemano, el ginecólogo lo detecta durante un examen vaginal. Si se confirma el diagnóstico, se requiere hospitalización para preservar el embarazo.

Insuficiencia placentaria

En esta condición, la placenta deja de cumplir sus funciones de nutrición y respiración del feto. Los factores de riesgo incluyen la edad materna superior a 35 años, enfermedades endocrinas y cardíacas, múltiples cicatrices en el útero, hábitos nocivos, infecciones de transmisión sexual. En el caso de una insuficiencia leve, los síntomas están ausentes. En casos graves, aparecen signos de hipoxia fetal: primero movimientos frecuentes y luego escasos. El médico en la consulta escucha un latido cardíaco acelerado y, en casos graves, un latido lento.

Gestosis, preeclampsia, eclampsia

Una complicación rara que ocurre en el 12-16% de las embarazadas. Las causas son enfermedades de los órganos internos, hábitos perjudiciales, infecciones de transmisión sexual. Se observa con mayor frecuencia en mujeres mayores de 35 años. Los síntomas principales son aumento de la presión arterial, edemas pronunciados en las piernas, náuseas, vómitos y dolores de cabeza. En tales casos, es necesario acudir al médico de inmediato.

Qué se puede y qué no se puede

En la semana 28 de embarazo, la futura mamá debe prestarse más atención a sí misma: alimentarse adecuadamente, descansar más y pasear al aire libre. Tampoco debe olvidarse del futuro papá: juntos pueden asistir a cursos para padres y comprar cosas para el bebé.

Qué PUEDE hacer la futura mamá:

  • dar paseos por el bosque o el parque — el organismo recibe la cantidad necesaria de oxígeno;
  • descansar más a menudo en posición tumbada — se reduce la carga sobre la columna vertebral y las piernas;
  • practicar aquagym o yoga para embarazadas — se entrenan los músculos y el cuerpo se prepara para el parto;
  • realizar ejercicios de Kegel — aumenta la elasticidad de los músculos del suelo pélvico;
  • tomar vitaminas para embarazadas — el organismo de la futura mamá y del bebé recibe los nutrientes necesarios;
  • aplicar crema hidratante o productos especiales contra las estrías en la piel del abdomen — la piel se vuelve más elástica y después del parto se recupera más rápido;
  • escuchar música tranquila, leer literatura clásica — mejora el estado de ánimo y desaparecen los pensamientos inquietantes;
  • leer literatura especializada para embarazadas — en ella hay respuestas a preguntas importantes para la futura mamá;
  • tener relaciones sexuales en posturas seguras;
  • asistir a cursos para futuros padres — allí enseñan el cuidado del bebé;
  • relacionarse con amigos y familiares — estos encuentros mejoran el estado de ánimo;
  • comprar cosas para el bebé y productos para su cuidado.

Lo que NO DEBE hacer una futura mamá:

  • Fumar y consumir alcohol — esto afecta negativamente al desarrollo del feto, especialmente a su cerebro;
  • Comer alimentos grasos, picantes, comida rápida, abusar de los dulces y la repostería — el aumento excesivo de peso conduce al desarrollo de diabetes, y los alimentos picantes afectan al estómago;
  • Levantar pesos, practicar deportes de fuerza — el aumento de la presión intraabdominal provoca partos prematuros;
  • Tomar medicamentos sin prescripción médica — muchos fármacos tienen un efecto tóxico en el feto;
  • Nerviosismo y preocupaciones — la inestabilidad emocional se transmite al bebé;
  • Usar ropa ajustada — la compresión del abdomen lleva a un aumento del tono uterino, lo que incrementa el riesgo de partos prematuros;
  • Enfriarse demasiado o visitar baños turcos, saunas — el enfriamiento excesivo lleva a resfriados, y el sobrecalentamiento puede causar partos prematuros;
  • Frecuentar lugares públicos concurridos — hay un alto riesgo de contraer varicela, rubéola, sarampión;
  • Contactar con animales callejeros — ellos transmiten toxoplasmosis, que es peligrosa para el feto.

Alimentación adecuada

Es especialmente importante en la semana 28 del embarazo cuidar la alimentación, porque el bebé en crecimiento activo toma la mayor parte de los nutrientes del cuerpo de la madre. La dieta debe enriquecerse con frutas y verduras frescas, y se debe consumir una cantidad adecuada de carne y cereales.
En la semana 28 del embarazo se recomienda:
  • comer alimentos recién preparados — se elimina el riesgo de intoxicación alimentaria;
  • excluir platos grasos, enlatados y picantes — se reduce la carga sobre el hígado y el estómago;
  • limitar el consumo de guisantes, frijoles, col blanca y productos de panadería — se reduce la formación de gases;
  • beber hasta dos litros de agua al día, si no hay edemas pronunciados — se mantiene una circulación sanguínea normal en la placenta;
  • comer más verduras y frutas — contienen vitaminas y oligoelementos necesarios para el bebé;
  • comer ternera y carne de res — contienen hierro, que previene el desarrollo de anemia;
  • comer gachas de trigo sarraceno — contienen hierro, manganeso y zinc, importantes para una hematopoyesis completa.
Los productos que consume una futura mamá deben ser lo más frescos y de la mejor calidad posible. Es importante que la digestión sea completa, sin que se produzcan intoxicaciones alimentarias ni trastornos intestinales. Por eso, hay que prestar especial atención a la elección de los alimentos. No se debe comer en lugares de comida pública; es mejor que la futura mamá prepare la comida en casa, ya que esto le permitirá estar segura de que todos los alimentos son de calidad y no causarán intoxicaciones. En la semana 28 de embarazo, es importante comer ternera, carne de res y gachas de trigo sarraceno como prevención de la anemia.

Necesidad de vitaminas y minerales

En la semana 28 de embarazo, el bebé toma una gran cantidad de vitaminas, oligoelementos y nutrientes del cuerpo de la madre. Es importante que todos ellos estén presentes en los alimentos consumidos y en los suplementos vitamínicos.

Vitamina A (retinol)

Cantidad diaria — 2500 UI. Participa en la formación de bastones y conos visuales, previene la ceguera congénita en el niño. Mantiene la función de la placenta. Es beneficioso para la madre — mejora el estado de la piel, previene la fragilidad de las uñas. La falta de retinol se determina por la excesiva sequedad de la piel, la aparición de grietas en las comisuras de los labios y la disminución de la agudeza visual. Alimentos — hígado de bacalao, huevos de gallina, mantequilla, requesón, zanahorias.

Vitamina B1 (tiamina)

Cantidad diaria — 1 mg. Participa en el metabolismo de proteínas, grasas y carbohidratos. Asegura el correcto funcionamiento del sistema nervioso y del corazón. Previene el desarrollo de la polineuropatía. La deficiencia se manifiesta con debilidad e irritabilidad en la futura madre. En casos de deficiencia severa, se observa trastorno digestivo. Alimentos — pan de centeno y trigo, espinacas, patatas.

Vitamina B2 (riboflavina)

La cantidad diaria recomendada es de 2 mg. Es un participante importante en el metabolismo. Es necesario para una hematopoyesis adecuada en el feto y participa en la formación de anticuerpos protectores. La deficiencia se manifiesta con grietas en los labios, sequedad en la boca y la aparición de erupciones cutáneas. Alimentos: hígado de ternera, setas, huevos de gallina, trigo sarraceno.

Vitamina B3

La cantidad diaria recomendada es de 25 mg. Forma parte de las enzimas y mejora la microcirculación sanguínea. Previene la hipoxia intrauterina. La deficiencia se manifiesta con trastornos digestivos, fragilidad del cabello y las uñas. Alimentos: pan de centeno, patatas, remolacha, trigo sarraceno, ternera.

Vitamina B6 (piridoxina)

La cantidad diaria recomendada es de 2,5 mg. Es importante para la formación de células sanguíneas en el feto. Es beneficioso para la futura mamá, ya que mejora el estado de ánimo, facilita el sueño y reduce las náuseas. La deficiencia se manifiesta con trastornos del sueño, mal humor y espasmos musculares. Alimentos: patatas, zanahorias, nueces, manzanas, naranjas.

Vitamina B9 (ácido fólico)

La cantidad diaria recomendada es de 400 mcg. Apoya el funcionamiento del sistema nervioso y forma parte de las hormonas y los ácidos nucleicos. Reduce el riesgo de desarrollar eclampsia. La deficiencia se manifiesta con irritabilidad excesiva, insomnio y pérdida de apetito. Alimentos: salvado, pan integral, huevos de gallina, levadura, verduras.

Vitamina B12 (cianocobalamina)

Cantidad diaria — 4 mcg. Previene el desarrollo de anemia en la madre y el feto, mantiene la presión arterial en la mujer. Normaliza la actividad nerviosa y el estado emocional. La deficiencia se determina por ardor y enrojecimiento de la lengua, hormigueo en el cuerpo, y pinchazos en las puntas de los dedos. Alimentos — hígado y riñones de ternera, yema de huevo, pescado de mar, requesón, kéfir.

Vitamina C (ácido ascórbico)

Cantidad diaria — 75 mg. Fortalece el sistema inmunológico, protege contra resfriados. Previene la fragilidad de los vasos sanguíneos, reduce el riesgo de hemorragias uterinas. Mejora la absorción del hierro. La deficiencia se determina por sequedad de la piel, caída del cabello, y sangrado de las encías. Alimentos — patatas, grosellas, naranjas, limones.

Vitamina D (calciferol)

Cantidad diaria — 400 UI. Asegura la absorción de calcio y fósforo, participa en la formación del tejido óseo. La deficiencia se determina por dolores articulares y óseos. Alimentos — hígado de bacalao, yema de huevo, requesón, leche.

Vitamina E (tocoferol)

Cantidad diaria — 10 UI. Previene el daño celular, estimula la formación de anticuerpos. Forma parte de las hormonas, el colágeno de la piel y los cartílagos. Mantiene el flujo sanguíneo placentario. La deficiencia se determina por debilidad muscular, sequedad de la piel, y aparición de erupciones cutáneas. Alimentos — hígado y riñones de ternera, pescado de mar, patatas.

Vitamina H

La cantidad diaria recomendada es de 50 mcg. Apoya el funcionamiento del sistema nervioso del feto. Regula la utilización de la glucosa, reduciendo el riesgo de desarrollar diabetes gestacional. La deficiencia se determina por la grasa de la piel, la aparición de acné y caspa. Productos — hígado de res, nueces, semillas de girasol.

Hierro

La cantidad diaria recomendada es de 3 mg. Componente principal de la hemoglobina, previene el desarrollo de anemia e hipoxia intrauterina. Reduce el riesgo de partos prematuros. La deficiencia se determina por debilidad, mareos y sangrado. Productos — carne, manzanas, trigo sarraceno, granadas.

Yodo

La cantidad diaria recomendada es de 200 mcg. Mantiene el funcionamiento de la glándula tiroides. Previene el desarrollo de cretinismo congénito. La deficiencia se determina por debilidad, fatiga, edemas y disminución de la actividad mental. Productos — pescado de mar y algas.

Calcio

La cantidad diaria recomendada es de 1000 mg. Componente principal del tejido óseo. Asegura la dureza de los huesos, reduce el riesgo de fracturas. La deficiencia se determina por la fragilidad del cabello y las uñas, y dolores óseos. Productos — leche, requesón, kéfir, verduras.

Potasio

Cantidad diaria — 5000 mg. Proporciona saturación de oxígeno al cuerpo, previene la hipoxia intrauterina. Regula la actividad cardíaca, mantiene la presión arterial. La deficiencia se determina por la sensación de palpitaciones, presión arterial inestable. Productos — tomates, albaricoques secos, verduras, plátanos.

Cobalto

Cantidad diaria — 3 mcg. Reduce el riesgo de desarrollar anemia, regula la actividad nerviosa. Mejora el sueño y el estado de ánimo. La deficiencia se determina por la irritabilidad, erupciones cutáneas. Productos — pescado de mar.

Magnesio

Cantidad diaria — 300 mg. Forma parte de las hormonas, mantiene la actividad cardíaca. Previene los calambres musculares. La deficiencia se determina por la irritabilidad, insomnio. Productos — queso, nueces, pan de centeno y trigo, verduras.

Cobre

Cantidad diaria — 1,5 mg. Es necesario para la formación de hemoglobina, algunas hormonas y enzimas. Participa en el metabolismo. La deficiencia se determina por la debilidad, palidez de la piel. Productos — hígado de res, trigo sarraceno, algas marinas.

Sodio

Cantidad diaria — 1500 mg. Es responsable del equilibrio hídrico en el cuerpo, regula la actividad cardíaca. La deficiencia se determina por la sequedad en la boca, sed, calambres musculares. Productos — sal.

Cromo

La cantidad diaria es de 25 mcg. Reduce la necesidad de consumir dulces y disminuye el riesgo de desarrollar diabetes gestacional. La deficiencia de cromo es rara. Alimentos: leche, frutos secos.
¡Importante! Es necesario elegir el complejo multivitamínico según la recomendación de su médico, ya sea su ginecólogo-obstetra y/o su médico de cabecera.

Consejos útiles

En la semana 28 de embarazo, es recomendable reducir la carga sobre la columna vertebral. Para ello, es necesario descansar tumbada al menos 1,5 horas durante el día. Un masaje ligero puede ayudar a relajar los músculos lumbares. Se puede hacer con aceite de almendra o de melocotón.
Una mujer en la semana 28 de embarazo puede sentirse incómoda debido a su figura redondeada y torpe. Para levantarle el ánimo y darle confianza en sí misma, el futuro papá debería hacerle algunos cumplidos, regalarle flores o prepararle una cena deliciosa.

Ejercicios para futuras mamás

Hacer ejercicio en la semana 28 del embarazo es necesario para aliviar la columna vertebral, fortalecer los músculos abdominales y el suelo pélvico. Se reduce la cantidad de ejercicios de fuerza, enfocándose en el estiramiento y la gimnasia respiratoria. Son útiles los ejercicios con balón de gimnasia. Se trabajan los músculos de los muslos y la zona lumbar. Los ejercicios abdominales se realizan con precaución, evitando aumentar la presión intraabdominal. Ejercicios óptimos:
  • gatito — en posición de cuatro patas, arquear la zona lumbar;
  • juntar y separar los brazos doblados por los codos;
  • zancadas hacia adelante con las piernas dobladas alternativamente;
  • sentadillas poco profundas.
El tiempo de entrenamiento es de media hora, realizándolos día por medio. Para fortalecer los músculos y mejorar la circulación sanguínea, es útil la aquagym. A partir de la semana 28 de embarazo, es mejor evitar la natación, ya que requiere una fuerte tensión de los músculos abdominales.

Malestares durante el embarazo

Resfriado

Aparece en aproximadamente un tercio de las embarazadas si no se cuidan de los enfriamientos. Se manifiesta con congestión nasal y malestar general. En situaciones más serias, puede haber fiebre, dolor de cabeza y tos. Para un resfriado leve, son suficientes los remedios caseros: lavados nasales con agua salada, té con limón o jugo de arándano. Si aparece fiebre y tos, se debe consultar al médico.

Dolor lumbar

En la semana 28, casi todas las embarazadas lo experimentan, relacionado con el aumento de la carga sobre la columna vertebral. Es de carácter tirante o doloroso y aparece por la tarde. Si se acompaña de micción frecuente o dolorosa, es necesario acudir al médico para descartar patologías renales.

Náuseas

Las náuseas no son características de la semana 28 de embarazo. Si aparecen y se acompañan de vómitos y dolor de cabeza, es necesario consultar al médico. Estos síntomas pueden ser un signo de complicaciones como la preeclampsia.

Dolores en la parte baja del abdomen

Un dolor leve y tirante en la zona suprapúbica es normal en la semana 28. Está relacionado con el estiramiento de los músculos. Si la mujer ha practicado deporte regularmente, puede que no sienta dolor. Un cinturón de soporte puede ayudar a reducir el malestar.

Dolor de cabeza

Periódicamente, cada embarazada experimenta una sensación de pesadez en la cabeza. Esta incomodidad está relacionada con el cambio en el flujo sanguíneo y la acción de las hormonas. Este tipo de dolor desaparece por sí solo y no ocurre más de una vez a la semana. Sin embargo, un dolor de cabeza intenso y constante requiere consultar a un médico.

Sensibilidad en los senos

La sensación de hinchazón en los senos y el malestar tirante están relacionados con la maduración de los conductos mamarios y la preparación de los senos para la lactancia. Para aliviar la incomodidad, se recomienda usar un sujetador de soporte.

Lista de verificación

  1. asistir a cursos para padres primerizos junto con tu pareja;
  2. comprar algún artículo o producto de cuidado para el bebé;
  3. ir a una clase de aquagym;
  4. leer un libro para madres primerizas;
  5. hacer un masaje en la zona lumbar;
  6. comprar un bonito álbum de fotos para el primer año de vida del bebé;
  7. ir a una consulta médica;
  8. usar diariamente una faja de soporte;
  9. comer cada día un plato de requesón y una manzana;
  10. dar un paseo vespertino todos los días;
  11. terminar los asuntos laborales antes de empezar la baja por maternidad.

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