Calendario de embarazo en la semana 24

Qué sucede con el bebé

En la semana 24 del desarrollo embrionario, el feto alcanza una longitud de aproximadamente 25-30 cm y su peso es de 550-600 g. El bebé aumenta significativamente de peso cada semana. Alrededor del 60% de los niños nacidos en este período sobreviven, siempre que reciban ayuda cualificada, ya que es en esta semana cuando los pulmones están lo suficientemente desarrollados como para que la vida del feto pueda mantenerse fuera del cuerpo de la madre.
Además del aumento de peso, se producen cambios cualitativos en el organismo del bebé. El tejido adiposo subcutáneo se engrosa, ya no se ve tan "transparente", y en la piel aumenta la cantidad de pigmento responsable del color. La desarrollada red de capilares le da a la superficie de la piel un tono rosado.
El hígado acumula activamente reservas de glucógeno, el bazo y la médula ósea roja participan en el proceso de formación de sangre. El sistema digestivo realiza un entrenamiento activo: el bebé traga líquido amniótico, haciendo que la musculatura del tracto digestivo funcione. En un día, el bebé "ingiere"aproximadamente 500 ml de líquido.
Los órganos más importantes continúan su desarrollo: el cerebro y los órganos sensoriales. El peso del cerebro es de aproximadamente 100 g, en la superficie de la sustancia cerebral ya se están formando circunvoluciones, y se completa el desarrollo del cerebelo y el mesencéfalo. Los cambios más importantes ocurren en el sistema respiratorio: los pulmones producen una sustancia especial, el surfactante, que les ayuda a expandirse durante la inhalación.
La superficie de la cabeza del bebé ya está cubierta de pelitos, y se han formado las cejas y las pestañas. El pequeño tiene su propio ritmo de sueño y vigilia, puede escuchar los sonidos del cuerpo de la madre y los sonidos del entorno. El bebé está activo en el útero: puede empujar con las piernas y los brazos, darse la vuelta, agarrar el cordón umbilical, pero la mayor parte del día (16-19 horas) duerme.

Qué sucede con la mamá

Los pasados cinco meses y una semana de embarazo finalmente permiten a la madre descansar, comenzando desde la semana 24. Para este momento, la toxicosis ya no atormenta a la mujer, ella está enérgica y activa, ya que el vientre aún no es grande y le permite ocuparse de sí misma – pasear, ir a la piscina, hacer fitness para embarazadas.

Cambios en el útero

La altura del fondo del útero se eleva por encima del nivel del ombligo aproximadamente 4 cm. El tamaño del órgano se puede comparar visualmente con el volumen de un balón de fútbol. Dado que el útero comprime los órganos internos, generalmente aparece incomodidad en el intestino. En la zona del cuello del útero se ha formado completamente un tapón, protegiendo al bebé de infecciones. En algunas mujeres, el útero ya se está preparando para el parto, por lo que aparecen contracciones leves. No son regulares ni prolongadas, por lo que no hay necesidad de preocuparse.

Micción

La micción se normaliza. Si no hay infección, la embarazada no siente deseos frecuentes. Es importante vigilar la reducción de la eliminación de orina, ya que está relacionada con edemas. Con un consumo adecuado de líquidos, no se observan problemas.

Dolor de cabeza

Los dolores de cabeza, específicamente relacionados con los cambios en esta etapa, no aparecen. Las causas del malestar suelen ser el simple agotamiento, la estancia prolongada en lugares ruidosos, bajo el sol, la realización de trabajos monótonos y repetitivos, el estrés y la tensión emocional. Para prevenir los dolores de cabeza, elimina el factor desencadenante.

Dolores en la zona lumbar

El dolor en la zona lumbar no desaparece en la semana 24. El útero presiona las terminaciones nerviosas, por lo que, en una postura incómoda o al permanecer mucho tiempo en la misma posición, la mujer experimenta dolores tirantes en la espalda. Normalmente, el dolor desaparece cuando la mujer cambia de posición. No hay motivos de preocupación si los dolores no van acompañados de fiebre o problemas al orinar. Además, los dolores en la zona lumbar pueden surgir debido a un aumento significativo de peso, apareciendo generalmente en la segunda mitad del día.

Cambios en los senos

El aumento de las glándulas mamarias continúa. Este proceso está controlado por hormonas, por lo que la mujer siente una sensación desagradable de hinchazón y hormigueo, similar a la que se experimenta durante la menstruación. Aumenta el flujo sanguíneo, por lo que puede aparecer un patrón vascular en los senos. Los pezones se oscurecen y las areolas se agrandan. Es posible la aparición de calostro. En la piel de los senos pueden aparecer estrías, por lo que es necesario cuidarla adecuadamente.

Pigmentación de la piel

La pigmentación de la piel continúa, y la cara se convierte en una zona de riesgo donde pueden aparecer manchas pigmentarias. En algunas mujeres, la línea desde el ombligo hasta el pubis se vuelve más pronunciada. En la piel de la zona de pigmentación, las estrías son más visibles, apareciendo como manchas claras.

Hinchazón

Durante el embarazo, en la semana 24, la hinchazón molesta a la embarazada. Con una hinchazón leve, es necesario ajustar el régimen de hidratación, reducir el consumo de sal y activar la rutina diaria. Generalmente, la hinchazón aparece en climas cálidos, y para combatirla, una almohada bajo las piernas en posición acostada, de manera que estén elevadas unos 15-20 cm sobre la superficie, puede ser de ayuda.

Secreciones vaginales

Las secreciones cambian su naturaleza a lo largo del embarazo, y en la semana 24, la mujer presenta una secreción mucosa de consistencia media y color blanco lechoso, compuesta por secreciones vaginales y células muertas. Este es un proceso completamente normal, ya que el aumento de estrógenos influye en la naturaleza de las secreciones. Si no hay un olor ácido o a pescado específico, ni picazón ni ardor en los genitales, no hay de qué preocuparse. De lo contrario, visite al médico, ya que esto puede indicar una exacerbación de la candidiasis o la presencia de otra infección.

Pequeños sangrados

Los sangrados durante el embarazo no siempre están relacionados con un aborto espontáneo. Pequeñas cantidades de sangre pueden observarse en los siguientes casos:
  • ectropión, pólipos cervicales y displasia;
  • toma de ciertos medicamentos;
  • trastornos de la coagulación sanguínea;
  • debilidad de los vasos sanguíneos vaginales.

Cambio de preferencias

No se producen cambios específicos. Para la semana 24, vuelven los hábitos alimenticios anteriores, por lo que la futura mamá podrá alimentarse normalmente, pero es importante no comer "por dos". No hay una reacción especial a los olores.

Aumento de peso

El aumento de peso para la semana 24 de embarazo normalmente es de unos 8 kg. Si la mujer tenía sobrepeso antes de la concepción, el aumento de peso puede ser la mitad de la norma media. El aumento de peso es más notable en mujeres con tipo de cuerpo asténico. En promedio, el peso aumentará en 400 g por semana, es necesario controlarlo y llevar un diario.

Examen médico

En la semana 24 es necesario realizar exámenes programados y, si es necesario, recibir tratamiento de especialistas en otras áreas.
Exámenes obligatorios:
  • ecografía (la segunda) – se realiza para descartar malformaciones del sistema nervioso, determinar el índice de líquido amniótico (con el fin de diagnosticar polihidramnios o oligohidramnios) y examinar el estado de la placenta. Además, en este momento los médicos pueden determinar con certeza el sexo del futuro bebé;
  • análisis de sangre clínico – al médico le interesa el nivel de hemoglobina, ya que en este periodo el niño requiere una mayor cantidad de hierro para sus necesidades;
  • revisión programada con el ginecólogo – medición de la altura del fondo uterino, auscultación del latido cardíaco fetal, peso de la embarazada y medición de los indicadores de presión arterial;
  • análisis de orina – muestra el funcionamiento de los riñones de la madre, especialmente importante en presencia de patologías del sistema urinario;
  • electrocardiograma – determina cambios físicamente reversibles en el funcionamiento del corazón, relacionados con el aumento de la carga en el sistema cardiovascular de la embarazada.

Dificultades durante el embarazo

Normalmente, la semana 24 no trae sorpresas desagradables, pero algunas mujeres pueden experimentar dificultades para llevar a término el embarazo.

Polihidramnios

Se confirma después de una ecografía de rutina. En caso de polihidramnios, los médicos sospechan una infección intrauterina, por lo que se realizarán una serie de análisis. El polihidramnios puede ser causado por enfermedades extragenitales de la madre, como la diabetes, patologías cardíacas y vasculares. También puede ser provocado por un conflicto de Rh, patologías congénitas del feto o el síndrome de transfusión feto-fetal si la mujer está embarazada de gemelos. En cualquier caso, se requiere la consulta de un médico y la identificación de la causa.

Fuga de líquido amniótico

A menudo, las mujeres lo confunden con secreciones naturales, pero en esta etapa es crucial prestar mucha atención a su estado para no pasar por alto complicaciones. Lo mejor es acudir inmediatamente a la clínica, ya que con esta complicación el embarazo puede terminar en un parto prematuro y la salud de la mujer y el bebé debe estar bajo control médico.

Cuello uterino corto

Puede ser una característica individual del cuerpo de la mujer o una patología adquirida, que puede resultar en una apertura prematura del órgano y un parto antes de tiempo. Al medir este indicador, el médico dará recomendaciones o ingresará a la mujer para su conservación. En algunos casos, el cuello uterino se sutura hasta el parto.

Patologías de la placenta

La posición incorrecta de la placenta y su fijación incompleta son motivos serios de preocupación solo si hay signos de aborto espontáneo, como dolores espasmódicos en la parte baja del abdomen y sangrado. En la mayoría de los casos, las mujeres llevan el embarazo a término siguiendo las indicaciones del médico.

Hinchazón

La aparición de hinchazón en todo el cuerpo, hormigueo desagradable, fluctuaciones en la presión arterial y aumento de peso pueden ser manifestaciones de preeclampsia. El peligro no solo radica en la hinchazón del cuerpo, sino también en la placenta, lo que deteriora la nutrición del feto. Ante la aparición de hinchazón en todo el cuerpo, es necesario acudir al médico de inmediato.

Qué se puede y qué no se puede

En la semana 24 de embarazo, la mujer debe ser especialmente responsable con lo que puede o no puede hacer en este periodo. De esto depende tanto su salud como la del bebé.

Qué PUEDE hacer la futura mamá:

  • pasear más al aire libre, especialmente antes de dormir;
  • comer verduras de temporada – la ingesta de fibra mejorará la digestión;
  • comunicarse con el bebé y estar atenta a sus movimientos;
  • comer alimentos ricos en hierro, que es necesario para el bebé;
  • realizar la revisión médica programada y hacerse los análisis necesarios;
  • alimentarse moderadamente, evitando los dulces para no ganar peso extra;
  • cuidar la piel para evitar la aparición de muchas estrías;
  • hacer gimnasia para embarazadas, inscribirse en clases de fitness;
  • fortalecer los músculos nadando – la piscina no está prohibida en este periodo, también se puede asistir a clases de aquagym para embarazadas;
  • usar una faja si duele la espalda debido al aumento del abdomen;
  • usar medias de compresión si hay predisposición a las varices, problemas de circulación o hinchazón en las extremidades inferiores.

Qué NO PUEDE hacer la futura mamá:

  • no conviene comer mucha comida salada o ahumada para evitar la retención de líquidos en el cuerpo;
  • no se debe estar sentado o de pie en la misma posición durante mucho tiempo, ya que esto provoca dolor de espalda;
  • no uses tacones altos, ya que esto provoca la acumulación de sangre en las piernas;
  • no comas demasiada comida proteica para evitar el estreñimiento y la aparición de hemorroides;
  • no se debe beber té inmediatamente después de comer, ya que la teína empeora la absorción del hierro de los alimentos;
  • no te tiñas el pelo, las cejas o las pestañas (el procedimiento puede causar la entrada de sustancias tóxicas en el cuerpo de la madre y su bebé);
  • no camines durante mucho tiempo, ya que esto provoca hinchazón y dolor en las piernas;
  • evita la ropa sintética, que provoca un aumento de la sudoración;
  • en la vida íntima, evita el sexo brusco, elige posiciones cómodas que no compriman el abdomen;
  • en caso de oligohidramnios, embarazo gemelar y placenta baja, hay riesgo de aborto, por lo que la vida sexual está prohibida.

Alimentación adecuada

Es importante para la mujer seguir una alimentación adecuada, preparar alimentos naturales permitidos y evitar métodos de procesamiento de alimentos no deseados, como freír, ahumar y salar.
En la semana 24 de embarazo se recomienda:
  • un elemento esencial de la dieta durante el período de crecimiento activo del feto es la comida rica en proteínas, ya que de ella se obtienen los elementos necesarios para la formación de las células del cuerpo del bebé;
  • no bebas leche cruda, ni siquiera la casera, es mejor optar por productos pasteurizados;
  • incluye en tu dieta carne de res (fuente de hierro), pescado rojo (contiene importantes ácidos omega-3) y bayas (contienen ácido fólico y ácido ascórbico);
  • debido a la compresión del estómago por el útero, su volumen disminuye, por lo que es necesario comer en pequeñas porciones, pero con más frecuencia;
  • evita los alimentos que provocan acidez, y si aparece, toma medicamentos con carbonato de calcio para eliminar las molestias;
  • no añadas demasiada sal a la comida, ya que esto provoca retención de líquidos en el cuerpo; también es mejor usar sal yodada;
  • limita el consumo de agua a un litro y medio;
  • evita los carbohidratos de rápida absorción, que pueden hacerte ganar peso fácilmente, como los dulces, la repostería y las bebidas gaseosas.
En la semana 24, date el gusto con recetas que convierten tus alimentos saludables y favoritos en los más tiernos y deliciosos. Cocina a fuego lento, al vapor y hierve los alimentos, basándote en la fibra y una cantidad suficiente de proteínas: estos alimentos no solo son beneficiosos para la madre, sino también para el bebé. Consume productos de tu región: son los que mejor tolera el organismo y no provocan reacciones alérgicas.

Necesidad de vitaminas y oligoelementos

La semana 24 del embarazo es un período de crecimiento activo del bebé, por lo que la necesidad de vitaminas y minerales se duplica. El calcio, el ácido ascórbico, el zinc y el hierro juegan un papel importante.

Vitamina A (retinol)

– no se debe tomar más de la dosis recomendada, lo mejor es consumirla a través de alimentos. Se necesitan 350 mcg de retinol al día en forma de palmitato, carotenoides. Para reponer el organismo con esta vitamina, es necesario comer calabaza, zanahorias, melones, aceite de pescado, melocotones.

Vitamina B1 (tiamina)

Se necesita más de lo habitual. La falta de esta sustancia se refleja en la neuropatía periférica. Esto es muy perjudicial para la salud del niño. Una mujer embarazada debe consumir 2 mg de tiamina al día. Se encuentra en el brócoli, las zanahorias, la coliflor, las patatas, las naranjas.

Vitamina B2 (riboflavina)

– la dosis diaria de riboflavina es de aproximadamente 2 mg. Esta vitamina es beneficiosa para quienes han experimentado toxicosis severa anteriormente y en la semana 24 se puede compensar su déficit. La riboflavina se encuentra en las vísceras de ternera, el queso feta, los champiñones y los productos lácteos.

Vitamina B6

Es responsable de las proteínas, que son los principales elementos constructivos para las células de todos los tejidos y órganos del niño. En la semana 24 es extremadamente necesario, ya que el feto crece activamente y gana masa. La norma diaria de piridoxina es de 2,5 mg, no debe aumentarse. La piridoxina se encuentra en las avellanas, nueces, patatas, zanahorias, fresas, espinacas y tomates.

Vitamina B9 (ácido fólico)

Es una vitamina importante durante todo el embarazo, ya que estimula el crecimiento y la renovación celular. Se recomienda tomar 400 mcg al día. El ácido fólico se encuentra en las verduras verdes, la harina, las legumbres y los cítricos.

Vitamina B12 (cobalamina)

– se toma junto con el ácido fólico. La norma diaria para una mujer embarazada es de 5 a 10 mcg de cobalamina. La deficiencia de esta vitamina puede causar retraso en el desarrollo intrauterino, patologías del tubo neural, abortos espontáneos y partos prematuros. La vitamina B12 se encuentra en los productos lácteos, la carne, los huevos y los quesos.

Vitamina C (ácido ascórbico)

– la necesidad durante el embarazo aumenta. Se deben consumir al menos 100 mg al día. El ácido ascórbico se puede obtener de los cítricos, tomates, coliflor, patatas y bayas.

Vitamina D3 (colecalciferol)

– La vitamina mejora la absorción de fósforo y calcio, y contribuye a la formación del sistema musculoesquelético del feto. La falta de esta vitamina puede llevar a un aborto espontáneo y al desarrollo de raquitismo después del nacimiento del bebé. Se prescribe colecalciferol adicionalmente en una cantidad de 400-600 UI. En los alimentos, se encuentra en los mariscos.

Vitamina E (tocoferol)

Participa en el proceso de respiración de los tejidos y mantiene las funciones óptimas de la placenta, lo cual es especialmente importante en la semana 24, cuando el bebé recibe activamente de ella los nutrientes necesarios para su crecimiento y desarrollo. La falta de vitamina puede provocar un aborto espontáneo. La dosis diaria recomendada es de 10 mg. El tocoferol se encuentra en las espinacas, aguacates, nueces y mariscos.

Vitamina H (biotina)

– Esta vitamina se prescribe como parte de complejos multivitamínicos, ya que las reservas propias no son suficientes. La falta de biotina provoca defectos de desarrollo intrauterino del feto, por lo que se deben consumir al menos 50 mcg de esta sustancia beneficiosa al día. Además, se puede obtener biotina en productos lácteos fermentados, perejil, eneldo, col fermentada, zanahorias, pepinos y tomates.

Vitamina K

– es importante para la absorción de calcio en el organismo del feto, influye en la coagulación de la sangre. La vitamina K se prescribe como parte de los multivitamínicos, pero también se puede obtener de los alimentos: salvado de trigo, aceite de oliva, leche, requesón, verduras, col, kiwi, aguacate, plátanos. La necesidad diaria de filoquinona es de 500 mcg.

Vitamina PP (nicotinamida)

– esta sustancia asegura una circulación sanguínea normal entre la madre y el bebé, participando en el desarrollo del sistema vascular de la placenta. La deficiencia de nicotinamida provoca trastornos en el funcionamiento del tracto gastrointestinal y reacciones alérgicas en la piel. La necesidad diaria es de 20 mg de niacina. Se puede obtener de los cacahuetes, mariscos, pan integral, vísceras, maíz.

Yodo

– esta sustancia es necesaria para la producción de hormonas tiroideas y la formación de un depósito de yodo en el niño. La deficiencia en la semana 24 provoca retraso en el desarrollo del feto y sus anomalías. Se recomienda consumir 250 mcg al día. La mayor cantidad de yodo se encuentra en los mariscos (especialmente ricos en él son el hígado de bacalao, el caviar y los camarones), los arándanos, las manzanas, el trigo sarraceno, el caqui.

Calcio

Elemento clave del sistema óseo, asegura el funcionamiento del sistema muscular y cardiovascular. Es muy importante para el organismo en crecimiento del feto. La dosis diaria es de 1300 mg. Se puede obtener no solo de los complejos vitamínicos, sino también de los productos lácteos, huevos, quesos, verduras.

Magnesio

Contribuye a la asimilación de más de quinientas proteínas, por lo que el beneficio del magnesio para el crecimiento del feto en la semana 24 es excepcional. Este elemento participa en la formación de los músculos y el sistema óseo del feto. Su deficiencia amenaza con aborto espontáneo, retraso en el desarrollo del feto y aumento del tono uterino. Se necesitan 450 mg de magnesio al día, que se pueden obtener de semillas de sésamo, salvado de trigo, girasol y piñones.

Fósforo

– es responsable de la eliminación de los productos de desecho del feto. Contribuye a la asimilación de las vitaminas del grupo B. Se deben consumir 1,3 g al día. Se encuentra en el salvado de trigo, sésamo, semillas de calabaza y pasas.

Potasio

– mantiene el nivel de líquidos y previene la hinchazón, apoya el funcionamiento del sistema nervioso y participa en el trabajo del corazón. Dado que en la semana 24 pueden aparecer edemas, el potasio es extremadamente importante, y se deben consumir 250 mcg al día. El potasio se encuentra en altas cantidades en las patatas, tomates, calabaza, perejil y frutas secas.

Sodio

– participa en los procesos metabólicos, pero se usa de manera limitada debido a la posible retención de agua en la semana 24 de embarazo, lo que también es favorecido por el sodio. Se recomienda no más de 500 mg al día. Se puede obtener de mariscos y quesos.

Cromo

Necesario para normalizar el nivel de glucosa en sangre. El medicamento puede ser prescrito en la semana 24 si, después de un análisis de sangre, se encuentra un nivel elevado de azúcar. El elemento participa en el metabolismo de las proteínas en el organismo del feto, descompone carbohidratos y grasas. 50 mcg es la necesidad diaria de cromo. Para compensar la deficiencia de cromo, es necesario consumir carne, pescado marino, productos lácteos y patatas.

Cobalto

– componente principal de la vitamina B12, influye en la producción de aminoácidos, proteínas y grasas. Es importante en la semana 24 durante el período de crecimiento del feto. La necesidad diaria de cobalto es de 1,2 mg. Lo mejor es obtener este elemento de los mariscos.

Cobre

– es necesario aumentar el consumo de cobre, ya que es esencial para la absorción y asimilación normal del hierro. La deficiencia conduce a una mala absorción de las proteínas necesarias para el crecimiento del feto. Si en la semana 24 hay una deficiencia de cobre, aumenta el riesgo de anemia ferropénica en el feto. La cantidad diaria óptima es de 2,2 mg. Para aumentar la cantidad de este elemento, consuma hígado, legumbres, cacahuetes y gambas.

Hierro

– a partir de la semana 24 aumenta la necesidad de hierro en el organismo. Dependiendo de los indicadores, el médico prescribirá hierro, la necesidad media es de 20-60 mg. El hierro se puede obtener del hígado de cerdo y de vaca, pescado, legumbres, espinacas y manzanas.

Selenio

– antioxidante que protege al feto. La cantidad de selenio en la semana 24 debe aumentarse, por lo que a las embarazadas se les recomienda encarecidamente tomarlo como parte de los multivitamínicos. Se requieren 50-60 mcg al día, y se puede obtener selenio de los mariscos, la carne, el requesón y los huevos.

Silicio

– necesario para la formación y el desarrollo normal del sistema musculoesquelético del feto. Con la participación del silicio en el organismo del feto se asimilan más de setenta oligoelementos importantes. Influye en el desarrollo del tejido conectivo y del tejido adiposo, que aparece en la semana 24 del feto. Se necesitarán alrededor de 20 mg al día. Se puede obtener el elemento comiendo arroz, avena, soja, lentejas, pero generalmente los médicos lo recomiendan como parte de los multivitamínicos.

Zinc

– controla más de quinientas enzimas. La necesidad aumentada surge a partir de la semana 24, cuando el feto crece activamente. En caso de deficiencia del elemento, aumenta el riesgo de desarrollar patologías del tubo neural del bebé. La cantidad diaria recomendada es de 15 mg. El zinc se puede obtener de la carne, los productos lácteos, la remolacha, las patatas y las frutas.

Consejos útiles

Como el crecimiento del niño continúa activamente y la mujer gana peso, necesita cuidar su piel meticulosamente para evitar las estrías, alimentarse moderadamente y usar una faja para apoyar el abdomen. Para evitar la aparición de estrías y mantener la belleza de la piel, son útiles las cremas y aceites especiales que contienen vitamina E – el médico recomendará un producto específico.
En la semana 24 de embarazo, el futuro papá debe dedicar más tiempo al bebé. Esto puede incluir caricias en el abdomen, hablarle – el feto ya percibe todos los sonidos externos y empieza a distinguir la voz materna y paterna, lo cual es muy importante para establecer el vínculo entre el padre y el bebé.

Ejercicios para futuras mamás

Durante el embarazo, las cargas físicas están contraindicadas, pero los médicos se oponen firmemente a excluir un estilo de vida activo de la rutina diaria de la futura mamá. Con una actividad física bien organizada y sin excesos, la mujer puede preparar bien su cuerpo para el parto, mantener la figura atractiva y sentirse enérgica y fuerte hasta el final del embarazo.
El fitness especial para embarazadas está disponible en la mayoría de los clubes deportivos, donde se puede entrenar con un entrenador. Dado que en el cuerpo de la embarazada aumenta la producción de sustancias que favorecen la movilidad de las articulaciones, no se debe percibir la realización de movimientos como demasiado fácil: una gran amplitud puede ser perjudicial, por lo que el entrenador elimina de la rutina los movimientos bruscos y las inclinaciones.
Es útil el estiramiento dinámico, en el que se estiran los músculos y se mantiene la posición del cuerpo durante un tiempo. Solo se deben realizar los movimientos que sean cómodos y no causen molestias en la parte baja del abdomen y en la espalda. No se deben usar pesas de más de 5 kg.
A partir de la semana 24, no se deben realizar ejercicios en la espalda. La mayoría de los elementos se pueden sustituir, haciéndolos de pie o sentada. Esto se aplica a los ejercicios para entrenar los músculos pélvicos y la cintura escapular. Al realizar los ejercicios, el pulso no debe superar los 120 latidos por minuto. El periodo de tiempo con el pulso alto no debe ser superior a 10-15 minutos, después de lo cual se necesita un descanso para normalizar el ritmo cardíaco.

Malestares durante el embarazo

Acidez

Debido a la compresión del estómago, cualquier exceso de comida puede resultar en acidez para la madre. A menudo, los episodios ocurren por la tarde y durante los periodos de actividad del bebé. Para evitar sufrir de acidez, se recomienda comer en pequeñas cantidades y evitar alimentos difíciles de digerir. En casa, deben estar a mano los medicamentos para la acidez recomendados por el médico. Durante el embarazo, son seguros y ayudan a aliviar los síntomas desagradables.

Hemorroides

A menudo, a partir de la semana 24, las hemorroides se agravan o aparecen por primera vez. Esto se debe al aumento de la presión intraabdominal. La aparición de picor y ardor en la zona del ano, la imposibilidad de evacuar sin dolor, la hinchazón abdominal y la irregularidad en la defecación son motivos para consultar al médico. El especialista prescribirá pomadas o supositorios específicos para las hemorroides para una cicatrización oportuna de las fisuras. También es necesario ajustar la dieta, introduciendo más fibra.

Picor en la piel

La aparición de picor en la piel en la zona del abdomen es común en las embarazadas durante la etapa de crecimiento activo del feto. Las sensaciones surgen debido al estiramiento de los tejidos, por lo que la piel pica y se rasca. En algunas mujeres, la piel seca también provoca descamación. Para aliviar los síntomas desagradables, utilice productos que contengan vitamina E.

Síndrome del ojo seco

En la semana 24, algunas mujeres se quejan de molestias en los ojos, sensación de sequedad y arenilla. No debes frotarte los ojos para no provocar hinchazón de la conjuntiva. Consulta a tu médico, y él te recomendará gotas para los ojos seguras que te ayudarán a solucionar el problema.

Lista de verificación

  1. La semana 24 de embarazo es el momento de la segunda ecografía programada, escuche atentamente las recomendaciones del médico después de realizarla;
  2. Beba una cantidad suficiente de líquidos para evitar la oligohidramnios, pero prevenga la hinchazón;
  3. Consuma hierro en alimentos o vitaminas, ya que la necesidad de hierro del bebé aumenta a partir de esta etapa;
  4. Nade en la piscina para aliviar la carga en la columna vertebral, estimular los músculos abdominales y proporcionar al bebé entrenamientos vestibulares;
  5. Para fortalecer los músculos del suelo pélvico, realice los ejercicios de Kegel, esto ayudará en los periodos prenatal y postnatal.

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