Calendario de embarazo en la semana 7

Qué sucede con el bebé

En la séptima semana de embarazo, el embrión alcanza una longitud de 1,2-1,3 cm. Su peso es de 1,7-2 gramos. Ahora mismo no se parece en nada a un ser humano: la cabeza es mucho más grande que el cuerpo y las extremidades están en estado incipiente. En la cara solo se esbozan los rasgos principales: nariz, ojos, boca. Pero en esta etapa ocurren procesos muy importantes:
  • la formación del sistema nervioso del embrión: partes del cerebro y la médula espinal;
  • se forman las células nerviosas y se establecen las conexiones neuronales primarias;
  • se empiezan a formar los huesos del esqueleto;
  • se crean los principales vasos sanguíneos;
  • se desarrolla el sistema digestivo;
  • aparecen los brotes de los dientes en la boca;
  • los riñones comienzan a funcionar;
  • los pulmones y los bronquios continúan formándose;
  • se completa la formación de las cámaras del corazón;
  • en el hígado se forman las primeras células sanguíneas: eritrocitos y leucocitos;
  • en la región perineal se forma un tubérculo del que se desarrollarán los órganos sexuales.
Se está formando activamente la placenta. Este es el órgano principal para el embrión, a través del cual recibe oxígeno y sangre con nutrientes de la madre. El embrión aún no es capaz de percibir sonidos ni el estado emocional de la madre, ya que su sistema nervioso no está formado. Sus movimientos son involuntarios y caóticos. En este período, el embrión es extremadamente sensible a los factores negativos. El desarrollo puede verse afectado por medicamentos, infecciones, traumatismos en la madre, nicotina y alcohol. El cerebro es especialmente sensible a los factores negativos. Si ocurren mutaciones genéticas que pueden interrumpir el desarrollo del feto, se produce un aborto espontáneo.

Qué sucede con la mamá

Los cambios externos en una mujer embarazada en la séptima semana son prácticamente imperceptibles. Sin embargo, la futura mamá nota los cambios que ocurren en su organismo. Los principales cambios en esta etapa ocurren en el útero y en el equilibrio hormonal.

Cambio de peso

La mayoría de las mujeres experimenta un ligero aumento de peso, alrededor de 1,5-2 kg. Esto no está relacionado con el crecimiento del embrión, sino con los cambios hormonales. En mujeres con fuerte toxicidad, el peso puede disminuir, también en 1,5-2 kg. Una pérdida de peso más significativa es un signo desfavorable. En este caso, es necesario acudir al ginecólogo y someterse a un examen adicional.

Ligero aumento del abdomen

Es notable solo en mujeres delgadas. El crecimiento del abdomen no está relacionado con el crecimiento del útero, que aún es muy pequeño. La ligera hinchazón se debe al aumento de la capa de grasa y a una mayor formación de gases en el intestino. Esto ocurre debido a la reestructuración hormonal. La embarazada puede notar el crecimiento del abdomen por la ropa que le queda más ajustada.

Mayor fatiga

La futura mamá nota que se cansa más rápido de lo habitual y que a menudo tiene sueño. El embrión en formación consume mucha energía y nutrientes, lo que provoca un estado de fatiga. Muchas embarazadas experimentan una excesiva emotividad, como irritabilidad y llanto.

Aumento del apetito

La razón de la mayor necesidad de alimentos es la misma: el embrión necesita muchas proteínas, grasas y carbohidratos. Por eso, la futura mamá a menudo siente hambre, si no tiene una fuerte toxicosis. Aquí es importante no excederse, para no ganar peso en exceso.

Dolores en el pecho

Las glándulas mamarias son las primeras en reaccionar al embarazo. Se agrandan ligeramente y se vuelven más firmes. La areola del pezón se vuelve más pigmentada. Esto ocurre debido a la reestructuración hormonal. Las leves molestias no son peligrosas.

Crecimiento del útero

La mujer no lo siente, y externamente tampoco es visible. Dado que el embrión mide solo 1,2 cm, el útero aumenta ligeramente. Se vuelve más esponjoso y suave. El cuello del útero se llena de sangre y adquiere un color azulado. Estos cambios solo pueden ser vistos por un ginecólogo durante un examen vaginal.

Micción frecuente

La mujer va al baño más a menudo de lo habitual porque el flujo de sangre a los órganos pélvicos aumenta. Además, la futura mamá bebe más líquidos. Esto es un estado normal, siempre y cuando no haya sensación de ardor durante la micción ni dolor abdominal.

Erupciones de acné

La piel de la mujer embarazada se vuelve más grasa, aparecen puntos negros y acné. Esto ocurre debido a la disminución de los niveles de estrógenos y el aumento de la progesterona. En la piel de la cara y el pecho de algunas futuras mamás aparecen manchas pigmentadas.

Pérdida de cabello, aumento de la fragilidad de las uñas

El embrión extrae una gran cantidad de calcio del organismo de la madre. Debido a esto, las uñas se rompen y las raíces del cabello se debilitan. También puede aparecer dolor en los huesos y articulaciones. En algunas embarazadas se observa la situación contraria: el cabello se vuelve más abundante y grueso, y las uñas se fortalecen.

Náuseas

El malestar matutino afecta a más de la mitad de las mujeres. Por lo general, se presenta en una forma leve. Las náuseas molestan a la futura mamá por las mañanas, y se desencadenan por olores fuertes o ciertos alimentos. Si aparece vómito, se trata de un malestar grave que requiere corrección médica.

Trastornos intestinales

Muchas embarazadas en la séptima semana experimentan diarrea y distensión abdominal. Esto está relacionado con cambios hormonales y la reestructuración de la función digestiva. La condición no va acompañada de dolor abdominal ni fiebre. No se requiere tratamiento, basta con ajustar la dieta.

Dolor de cabeza

Está relacionado con el espasmo vascular debido a la redistribución del flujo sanguíneo. Suele aparecer por la tarde, tiene un carácter opresivo y es de baja intensidad. Desaparece por sí solo y no requiere tratamiento médico.

Sensaciones de tirantez en la parte baja del abdomen

Están relacionadas con el flujo de sangre al útero y su crecimiento. No causan un malestar significativo y no requieren tratamiento.

Secreciones abundantes

Del vagina aparecen más abundantes de lo habitual, secreciones. Es moco que produce el canal cervical para proteger al feto. Las secreciones normales son transparentes o blanquecinas, prácticamente sin olor.

Cambio de preferencias gustativas, olores

En la séptima semana, tales cambios ocurren raramente. Están relacionados con alteraciones hormonales y se manifiestan en aversión a olores o alimentos previamente favoritos. Aún más raramente surge la necesidad de cosas que normalmente no se consumen como alimentos. El cambio de preferencias gustativas es característico de etapas más avanzadas.

Hinchazón en las piernas, cara

Son leves, ocurren por las tardes o por la mañana. La hinchazón está relacionada con la reestructuración del equilibrio hormonal y el aumento de la cantidad de líquido consumido. La mujer puede notar la hinchazón porque le resulta más difícil ponerse los zapatos.

Inestabilidad de la presión arterial

Se observa su cambio de baja a alta durante el día. La inestabilidad está relacionada con la adaptación de los vasos sanguíneos al nuevo tipo de circulación. Esta condición no requiere tratamiento.

Desarrollo de los gemelos

En un embarazo múltiple, los embriones siempre tienen un tamaño y peso menores que en un embarazo único. Cada feto de gemelos en la séptima semana mide menos de 1 cm de longitud y pesa alrededor de 1 gramo. Los gemelos pueden ser monocigóticos o dicigóticos. Los monocigóticos comparten una placenta y un saco amniótico, tienen un conjunto genético absolutamente idéntico y siempre son del mismo sexo. Los dicigóticos se desarrollan cada uno en su propio saco amniótico y cada uno tiene su propia placenta. Su conjunto genético varía un poco y pueden ser del mismo sexo o de sexos diferentes.
Las etapas de desarrollo de los gemelos son las mismas que las de un solo embrión. Para la séptima semana de embarazo, ambos embriones han formado el cerebro y la médula espinal, así como el sistema digestivo. En el hígado se forman las células sanguíneas. El útero aumenta de tamaño más rápidamente que en un embarazo único. El estado de salud de la mujer es el mismo que en un embarazo único. No hay relación entre los gemelos y un aumento del malestar matutino, la fatiga u otros cambios.
En esta etapa también pueden surgir diversas patologías, como la muerte de uno de los embriones o la fusión de los mismos, formando gemelos siameses.

Examen médico

Para la séptima semana, la mujer ya sabe con certeza que está embarazada. Por lo tanto, debe acudir a la consulta ginecológica para registrarse y someterse a un examen médico completo.

Médicos

  • obstetra-ginecólogo — el especialista principal que llevará el seguimiento de la mujer durante todo el embarazo;
  • médico general — descarta enfermedades del corazón, del sistema digestivo y de los riñones;
  • oftalmólogo — descarta miopía y enfermedades de la retina;
  • infectólogo — descarta enfermedades infecciosas agudas y crónicas;
  • dermatólogo-venereólogo — descarta enfermedades de la piel e infecciones urogenitales;
  • dentista — trata las caries y extrae dientes si es necesario;
  • otorrinolaringólogo — descarta enfermedades de los oídos, nariz y garganta, y prescribe tratamiento si es necesario.

Análisis

  • análisis general de sangre y orina;
  • análisis bioquímico de sangre;
  • análisis de sangre para HCG;
  • análisis de sangre para VIH, hepatitis virales B y C, sífilis;
  • estudio de la coagulación sanguínea;
  • análisis de sangre para el complejo TORCH — rubéola, toxoplasmosis, virus del herpes, citomegalovirus;
  • determinación del grupo sanguíneo y factor Rh;
  • frotis para infecciones urogenitales;
  • análisis de heces para flora intestinal y helmintos.

Procedimientos

  • Ecografía — se realiza para confirmar el embarazo y descartar un embarazo ectópico;
  • Examen vaginal — el médico evalúa el estado del útero, el cuello uterino y el canal cervical;
  • ECG — para descartar patologías cardíacas que puedan complicar el curso del embarazo.

Dificultades en el embarazo

En las primeras etapas del embarazo, cuando el embrión aún se está formando, pueden surgir complicaciones en su desarrollo, relacionadas con la ubicación incorrecta del feto, mutaciones genéticas y factores externos.

Embarazo ectópico

Es una condición en la que el óvulo fertilizado se adhiere fuera del útero, generalmente en la trompa de Falopio. Se han documentado casos en los que el óvulo se adhiere al ovario o a los órganos de la cavidad abdominal. En estos casos, el óvulo continúa desarrollándose, pero estos órganos no están preparados para llevar a término un embarazo. La trompa de Falopio no puede estirarse lo suficiente, por lo que el óvulo en crecimiento la rompe. Esta condición se acompaña de dolores agudos en el abdomen y sangrado en la cavidad abdominal. Se requiere una intervención quirúrgica de emergencia. Las causas del embarazo ectópico incluyen cicatrices en el útero, adherencias en la pelvis y infecciones crónicas de transmisión sexual.

Embarazo detenido

En este estado, el embrión dentro del huevo fetal deja de desarrollarse y muere. Las causas pueden ser enfermedades infecciosas agudas, traumatismos abdominales, alteraciones genéticas, estrés severo, o la ingesta de ciertos medicamentos. En la séptima semana, la mujer no puede detectar un embarazo detenido por sí misma, ya que en este período no hay aumento de peso ni movimientos fetales. La interrupción del desarrollo del feto la determina el ginecólogo mediante una ecografía. Si la embarazada no acude al médico, el embrión se descompone, se produce una infección y una inflamación del útero. Este estado se acompaña de fiebre alta, náuseas y dolores abdominales. Se requiere una intervención quirúrgica urgente.

Aborto espontáneo

Si el embrión no es viable en la séptima semana, se produce su rechazo. El huevo fetal se desprende y sale del útero. Las causas del aborto espontáneo en las primeras etapas suelen estar relacionadas con malformaciones del embrión incompatibles con la vida. Estas pueden ser provocadas por la ingesta de ciertos medicamentos, enfermedades infecciosas, traumatismos o mutaciones genéticas. Durante un aborto espontáneo, la mujer siente un dolor tirante en la parte baja del abdomen, así como sangrado leve o abundante. Esta situación requiere una consulta urgente con el ginecólogo. Por lo general, no se puede salvar el embarazo y se realiza un legrado del útero.

Formación de malformaciones en el feto

En la séptima semana de embarazo, se produce la formación de los órganos vitales del embrión. Bajo la influencia de causas externas e internas, es posible que este proceso se vea alterado y se formen diversas malformaciones. Las causas pueden ser: la toma de medicamentos teratogénicos, la infección por el virus de la rubéola, el herpes, el citomegalovirus, la toxoplasmosis, y anomalías genéticas. Pueden formarse malformaciones del corazón, del cerebro, del intestino y de los pulmones. La mayoría de estas malformaciones son incompatibles con la vida, por lo que se produce un aborto espontáneo. Si las malformaciones no interfieren con el desarrollo del embrión, la mujer no puede detectarlas por sí misma. Las anomalías se descubren solo mediante una ecografía. Además de las malformaciones, en la séptima semana pueden ocurrir mutaciones genéticas que llevan al síndrome de Down.

Síndrome del huevo anembrionado

Una patología rara del embarazo en la que se forma un saco gestacional, pero sin embrión dentro. Este se adhiere a la pared del útero, causando los cambios correspondientes en el cuerpo de la mujer. Se producen hormonas del embarazo, por lo que la prueba de HCG es positiva. Sin embargo, no se desarrolla ningún embrión. Esta patología solo puede detectarse mediante una ecografía realizada con un intervalo de 1-2 semanas. Las causas de esta condición pueden ser medicamentos, infecciones del tracto urinario y genital, y alteraciones genéticas.

Infección intrauterina del feto

El embrión en la séptima semana es muy susceptible a diversas infecciones. Estas pueden llegar a él desde la vagina o a través de la sangre de la madre. Especialmente peligrosas para el embrión son la rubéola, la toxoplasmosis, la infección por citomegalovirus y la infección herpética. Estas causan graves malformaciones o la muerte del embrión.

Qué se puede y qué no se puede

En la séptima semana de embarazo es especialmente importante llevar un estilo de vida saludable. En esta etapa se están formando todos los órganos y el embrión se desarrolla a una velocidad máxima. Cualquier impacto negativo puede llevar a malformaciones o a un aborto espontáneo.

Qué PUEDE hacer la futura mamá:

  • seguir trabajando, evitando levantar pesos y la inhalación de sustancias nocivas;
  • pasear por el bosque, el parque, socializar con amigos — el embarazo no significa aislamiento total de la sociedad;
  • leer literatura clásica, escuchar música tranquila — esto ayuda a distraerse de posibles estrés y molestias;
  • tomar complejos vitamínicos especiales para embarazadas — el embrión en desarrollo necesita una gran cantidad de vitaminas y oligoelementos, y en la alimentación no son suficientes;
  • practicar deporte, evitando correr y los ejercicios de fuerza;
  • cuidarse, usar maquillaje;
  • leer literatura especializada para embarazadas, que describa el desarrollo intrauterino del bebé y el proceso del parto;
  • realizar tareas domésticas, evitando el uso de productos de limpieza especialmente tóxicos;
  • tener relaciones sexuales, con precaución

Qué NO PUEDE hacer la futura mamá:

  • fumar y consumir alcohol — en la semana 7 estas sustancias representan el máximo peligro para el feto en desarrollo;
  • levantar pesos, hacer ejercicios de fuerza — el aumento de la presión intraabdominal puede provocar un aborto espontáneo;
  • usar ropa ajustada que comprima el abdomen — esto interfiere con el flujo sanguíneo en la zona del útero;
  • tomar cualquier medicamento sin necesidad urgente — en la semana 7 incluso el paracetamol puede afectar negativamente el desarrollo del feto;
  • relacionarse con personas infectadas, acudir a lugares con gran aglomeración de gente — prácticamente todas las infecciones son peligrosas para el feto en las primeras etapas;
  • tener contacto con animales callejeros — ellos también son portadores de infecciones peligrosas;
  • ponerse nerviosa — el estrés puede provocar la interrupción del embarazo;
  • teñirse el pelo con tintes que contengan amoníaco — las sustancias tóxicas penetran en la sangre y llegan al embrión;
  • consumir grandes cantidades de café y té fuerte — la cafeína aumenta el tono de los vasos sanguíneos, lo que puede provocar el desprendimiento de la placenta;
  • sobrecalentarse en el baño o la sauna — la alta temperatura provoca la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que puede causar una hemorragia uterina.

Alimentación adecuada

La comida es la principal fuente de vitaminas y oligoelementos necesarios para la futura mamá y el bebé. Por lo tanto, la alimentación debe ser lo más completa y equilibrada posible. También es importante el régimen alimenticio, ya que la función digestiva de la mujer embarazada cambia bajo la influencia de las hormonas.
En la séptima semana de embarazo se recomienda:
  • Comer en pequeñas porciones, pero con frecuencia, 5-6 veces al día;
  • Limitar el consumo de alimentos grasos, fritos y ahumados — estos productos alteran la digestión y empeoran la absorción de nutrientes en la sangre;
  • Beber alrededor de 2 litros de agua al día — para el embrión en desarrollo es necesario un mayor volumen de sangre de la madre;
  • Consumir diariamente frutas y verduras frescas — contienen muchas vitaminas y oligoelementos, así como fibra para la digestión;
  • Comer carne diariamente — es la principal fuente de proteínas para el embrión;
  • Consumir productos lácteos diariamente — fuente de calcio;
  • Limitar el consumo de guisantes, col y pan negro — estos productos causan flatulencia y molestias en el abdomen;
  • Consumir cereales y pasta — son carbohidratos de absorción lenta, una fuente importante de energía;
  • Comer pescado de mar, nueces y aguacate — estos productos contienen ácidos grasos esenciales para el desarrollo del sistema nervioso del feto;
  • Sustituir los dulces y la repostería por frutas dulces, miel y mermelada;
  • Consumir diariamente mantequilla y aceite de oliva;
  • Cocinar bien los alimentos, especialmente la carne y el pescado;
  • Excluir el consumo de pescado de río crudo o no cocido.
La calidad de los productos para la futura mamá tiene gran importancia. La mayoría de las embarazadas en la séptima semana experimentan náuseas, y su organismo no acepta cualquier alimento. Las intoxicaciones alimentarias son peligrosas para el feto en desarrollo. Por eso, se recomienda preparar la comida en casa, utilizando solo productos frescos. Es mejor hacer los platos hervidos, al horno o al vapor.

Necesidad de vitaminas y minerales

Las vitaminas, los oligoelementos y las proteínas son muy importantes para el correcto desarrollo del organismo del niño. La necesidad de nutrientes beneficiosos es máxima en la séptima semana de embarazo. La mujer puede obtenerlos de los alimentos y de suplementos vitamínicos especiales.

Vitamina B1 (tiamina)

La necesidad diaria es de 1 mg. Es responsable del metabolismo de las proteínas y las grasas. Es importante para la formación del sistema nervioso del feto y participa en la circulación sanguínea. La futura mamá siente debilidad e irritabilidad si hay una deficiencia de esta vitamina. Fuentes: pan de centeno y trigo, verduras, patatas.

Vitamina B2 (riboflavina)

La necesidad diaria es de 2 mg. Forma parte de las células inmunitarias y de los eritrocitos del feto. La futura mamá siente debilidad, sequedad en la piel y aparecen grietas en los labios si hay una deficiencia de esta vitamina. Fuentes: hígado de ternera, setas, huevos, trigo sarraceno.

Vitamina B6 (piridoxina)

La necesidad diaria es de 2,5 mg. Participa en la formación de eritrocitos y leucocitos del feto. En la futura mamá, reduce las manifestaciones de la toxicosis. La falta de esta vitamina provoca insomnio e irritabilidad. Fuentes: patatas, zanahorias, nueces, manzanas, cítricos.

Vitamina B9 (ácido fólico)

La necesidad diaria es de 400 mcg. Es la vitamina más importante en la séptima semana de embarazo. Es necesaria para la formación completa del sistema nervioso del feto, previene defectos en el desarrollo de la médula espinal y el cerebro. La falta de esta vitamina provoca irritabilidad y trastornos del sueño. Fuente: salvado, huevos de gallina, pan de levadura, verduras.

Vitamina B12 (cianocobalamina)

La necesidad diaria es de 4 mcg. Es importante para el desarrollo de los eritrocitos y la formación de hemoglobina en la madre y el feto. Normaliza la actividad nerviosa y el estado psico-emocional. La falta de esta vitamina provoca ardor en la lengua, hormigueo y calambres. Fuente: despojos de res, yema de huevo, pescado marino, productos lácteos fermentados.

Vitamina C (ácido ascórbico)

La necesidad diaria es de 75 mg. Proporciona protección a la futura mamá contra resfriados. Previene la fragilidad de los vasos sanguíneos y reduce significativamente el riesgo de hemorragias uterinas. La falta de esta vitamina provoca sequedad de la piel, caída del cabello y mala cicatrización de las heridas. Fuente: patatas, grosellas, cítricos.

Vitamina E (tocoferol)

La necesidad diaria es de 10 UI. Proporciona protección a las células en desarrollo del feto. Participa en la formación del tejido conectivo. La falta de esta vitamina provoca debilidad muscular, fragilidad del cabello y las uñas. Fuente: despojos de res, pescado marino, patatas.

Vitamina D (calciferol)

La necesidad diaria es de 400 UI. Es importante para la absorción adecuada de fósforo y calcio, y para el crecimiento del tejido óseo. La deficiencia de esta vitamina en mujeres embarazadas es rara. Fuente: hígado de pescado marino, yema de huevo, requesón, leche.

Hierro

La necesidad diaria es de 3 mg. Es necesario para la formación de hemoglobina y reduce el riesgo de desarrollar anemia en la madre y el feto. La deficiencia de este microelemento causa debilidad y palidez en la piel. Fuente: carne, manzanas, trigo sarraceno, granadas.

Yodo

La necesidad diaria es de 200 mcg. Es importante para la correcta formación de la glándula tiroides del feto. La deficiencia de este microelemento causa debilidad extrema, deterioro de la memoria y afecta la actividad mental. Fuente: pescado marino y algas.

Calcio

La necesidad diaria es de 1000 mg. Es importante para la formación del tejido óseo del feto. La deficiencia de este microelemento causa fragilidad en las uñas y caída del cabello. Fuente: productos lácteos fermentados, verduras, frutas.

Magnesio

La necesidad diaria es de 300 mg. Es necesario para la producción de hormonas y el funcionamiento del corazón. La deficiencia de este microelemento causa insomnio y empeoramiento del estado de ánimo. Fuente: queso, frutos secos, pan de centeno y trigo, verduras.

Cobre

La necesidad diaria es de 1,5 mg. Es esencial para mantener el nivel de hemoglobina, algunas hormonas y enzimas. La falta de este microelemento provoca fatiga y la piel se vuelve pálida. Fuente: hígado de ternera, trigo sarraceno, algas marinas.

Sodio

La necesidad diaria es de 1500 mg. Es importante para la regulación del equilibrio hídrico en el organismo. La falta de este microelemento provoca debilidad, sed y calambres musculares. Fuente: sal.
¡Importante! El complejo multivitamínico debe elegirse consultando con un médico.

Consejos útiles

En la séptima semana de embarazo, se debe prestar especial atención a un estilo de vida saludable. Es necesario abandonar todos los hábitos perjudiciales, si los hay. Hay que recordar que el tabaquismo pasivo, es decir, inhalar el humo del tabaco, es igual de peligroso que el activo. Por lo tanto, se debe evitar el contacto cercano con personas que fuman y prohibir que los familiares fumen en casa.
El apoyo del cónyuge es importante para la mujer embarazada en cualquier etapa. En la séptima semana, la embarazada es especialmente sensible en el plano emocional. Por ello, es importante hacer que su adaptación al embarazo sea lo más cómoda posible. El futuro papá debe ser paciente con los caprichos de su esposa y, en la medida de lo posible, cumplirlos. Lo principal es recordar que la inestabilidad emocional pasará en unas pocas semanas.

Ejercicios para futuras mamás

El ejercicio físico en la semana 7 del embarazo es necesario para mejorar la circulación sanguínea, oxigenar el cuerpo y entrenar los músculos. Se permiten todo tipo de deportes, excepto los de fuerza y aquellos que conlleven un mayor riesgo de lesiones. Son beneficiosos la natación, la caminata deportiva, la aeróbica y los ejercicios con balón de gimnasia. Los ejercicios deben centrarse en fortalecer los músculos abdominales y del suelo pélvico:
  • elevaciones de la parte superior del tronco en posición supina con las piernas dobladas;
  • elevaciones de las piernas rectas en posición supina;
  • elevación de la pelvis en posición supina;
  • sentadillas;
  • zancadas hacia adelante con las piernas semi-flexionadas;
  • inclinaciones hacia adelante y hacia los lados;
  • giros del tronco hacia los lados.
Los ejercicios se realizan durante 15-20 minutos al día, al menos 4 veces a la semana. Esto previene la formación de hemorroides y el desarrollo de insuficiencia cervical. Es necesario aprender ejercicios de respiración que ayuden a oxigenar el cuerpo.
Para entrenar los músculos de la vagina y el perineo, son útiles los ejercicios de Kegel. Estos hacen que los músculos sean elásticos, lo que los protegerá de posibles desgarros durante el parto.
Bajo la supervisión de un instructor, se puede practicar yoga. Existen asanas especiales, seguras para las mujeres embarazadas. El yoga aumenta la elasticidad muscular y enseña a respirar correctamente.

Malestares durante el embarazo

Salivación

El aumento de la salivación está relacionado con la reestructuración del sistema digestivo. No solo ocurre al ver o oler la comida, sino también de manera involuntaria a lo largo del día. No causa un malestar significativo y no requiere tratamiento. Desaparece por sí solo en unas pocas semanas.

Acidez

La sensación de ardor en el estómago se debe a cambios hormonales y a la producción de enzimas. Afecta a aproximadamente un tercio de las mujeres embarazadas. Para aliviar el malestar, se debe seguir una dieta adecuada y mantener una rutina. El uso de antiácidos solo está indicado en casos graves.

Dolores abdominales

La mitad de las mujeres embarazadas experimentan ligeros dolores tirantes en la parte baja del abdomen. Normalmente, tienen una intensidad leve y desaparecen por sí solos después de un breve descanso. Este malestar está relacionado con el flujo de sangre hacia los músculos. Si los dolores se intensifican o persisten durante mucho tiempo, es necesario consultar a un ginecólogo.

Dolores lumbares

En un embarazo normal, no debería haber dolores lumbares en la séptima semana. Si aparecen, podría estar relacionado con un embarazo ectópico, una enfermedad renal o una infección. Para un diagnóstico, es necesario acudir al médico.

Secreciones vaginales

Las secreciones amarillas, verdes, espumosas con mal olor son patológicas. Indican la aparición de una infección urogenital. Las secreciones marrones y sanguinolentas pueden ser un signo de aborto espontáneo. En cualquier caso, si aparecen tales secreciones, la embarazada debe acudir al médico.

Candidiasis

Es consecuencia de la reestructuración hormonal. La candidiasis se caracteriza por secreciones vaginales con aspecto de requesón y un intenso picor. Se trata con medicamentos antifúngicos que recomienda el médico.

Vómitos

El toxicosis normal solo se manifiesta con náuseas. Los vómitos indican un curso más severo. Se requiere hospitalización en el departamento de ginecología, ya que con los vómitos se pierde gran parte de los nutrientes, lo que ralentiza el desarrollo del embrión.

Cistitis

Es un problema común en mujeres embarazadas. Ocurre debido a la hipotermia o la penetración de una infección en la vejiga. Se manifiesta con dolores tirantes en la parte baja del abdomen, micción frecuente y fiebre. Para un examen adicional y tratamiento, es necesario acudir al médico.

Resfriado

Surge aproximadamente en un tercio de las embarazadas, la disminución de la inmunidad está relacionada con la reestructuración hormonal. Para un curso leve, es característico el malestar, secreciones líquidas de la nariz. En situaciones más graves, aumenta la temperatura, aparece dolor de cabeza y tos. En caso de un resfriado leve, el tratamiento consiste en lavar la nariz con agua salada y beber líquidos acidulados. Si aparece fiebre y tos, se debe consultar al médico.

Trastorno del tránsito intestinal

Se manifiesta en forma de diarrea o estreñimiento. Está relacionado con el cambio en la función digestiva y el equilibrio hormonal. Se resuelve por sí solo al establecer una rutina alimentaria.

Lista de verificación

  1. inscribirse en la consulta de ginecología, si aún no se ha hecho;
  2. realizarse todos los análisis necesarios;
  3. hacerse un electrocardiograma (ECG) y una ecografía (ECO);
  4. pasar por la consulta de todos los especialistas;
  5. abandonar los hábitos perjudiciales, si los hay;
  6. establecer un régimen de alimentación y descanso;
  7. dar paseos diarios al aire libre;
  8. eliminar los factores nocivos en el lugar de trabajo;
  9. visitar al dentista y tratar las caries;
  10. comenzar a tomar vitaminas para embarazadas;
  11. llevar un diario del embarazo;
  12. comer un plato de carne y beber un vaso de kéfir diariamente;
  13. comprar una báscula para controlar el aumento de peso;
  14. adquirir un libro para futuros padres;
  15. evitar el estrés;
  16. acostumbrarse a pesarse cada mañana y noche;
  17. comprar un álbum para el futuro bebé y pegar la primera ecografía;
  18. descansar al menos media hora durante el día;
  19. comprar ropa interior de algodón natural;
  20. usar ropa cómoda;
  21. dejar de usar zapatos de tacón alto o plataforma;
  22. elaborar un menú semanal teniendo en cuenta las necesidades del feto.

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