Calendario de embarazo en la semana 36
Qué sucede con el bebé
En esta etapa, el feto ha completado prácticamente su desarrollo y está listo para nacer. El bebé tiene casi todos los sistemas de órganos funcionando plenamente:
- endocrino;
- circulatorio;
- cerebro;
- hígado y riñones.
Lo único que aún no funciona completamente de manera autónoma es el sistema digestivo y la respiración.
- El bebé sigue recibiendo oxígeno a través del cordón umbilical y la placenta. De la misma manera, el dióxido de carbono producido en el proceso de respiración se elimina. Esta semana, todos los bebés tienen surfactante, pero en cantidades diferentes. Normalmente, hay menos del necesario, por lo que los médicos hacen todo lo posible para evitar un parto prematuro, aconsejando a la madre que descanse más y no sobrecargue su cuerpo. Si el embarazo es múltiple, el riesgo de nacimiento prematuro es bastante alto.
- En el cuerpo del bebé hay cada vez menos vérnix, que cubre el cuerpo y protege la piel de la maceración. También se ha formado el esqueleto del bebé, cuyos huesos están unidos por articulaciones móviles. Los huesos del cráneo tienen hendiduras entre sí, lo que les permite ser más móviles y desplazarse durante el paso por el canal de parto.
- El bebé está ganando peso, por lo que le queda muy poco espacio, pero para este momento el pequeño se ha girado con la cabeza hacia abajo, permaneciendo en esa posición hasta el momento del nacimiento. Los brazos están cruzados y pegados al cuerpo, y en las últimas semanas el pequeño se mueve menos que antes. Si el bebé aún no ha adoptado la posición adecuada, el médico dará recomendaciones sobre cómo ayudarle a hacerlo.
Qué sucede con la mamá
Sensaciones:
Cada semana del embarazo es diferente y en la semana 36, la futura mamá experimenta tanto sensaciones nuevas como otras ya conocidas de etapas anteriores. Vuelve la incomodidad en la espalda, la necesidad frecuente de orinar, el dolor en el pecho, y completamente nuevas son las contracciones de Braxton Hicks, que recuerdan el inminente nacimiento del bebé.
Micción frecuente
Las ganas frecuentes de ir al baño vuelven a preocupar a la embarazada, ya que, al acercarse la fecha de parto, el abdomen desciende y el útero presiona más sobre la vejiga. Muchas mujeres sienten que incluso una pequeña taza de té les incita a ir al baño en cuestión de minutos. Esto ocurre debido a la reducción del volumen de la vejiga y su llenado más rápido. Al mismo tiempo, el órgano envía señales al cerebro y se producen las ganas de orinar. En algunas embarazadas también se incrementan las ganas de defecar.
Trastornos del sueño
Dormir con un vientre grande se vuelve extremadamente difícil, por lo que muchas mujeres en las últimas semanas no duermen bien, se cansan mucho y se vuelven irritables. Los médicos aconsejan elegir una postura cómoda de lado, pero no boca arriba. Se pueden colocar pequeñas almohadas debajo del vientre para asegurar el máximo confort. Si debido a la falta de sueño te entra sueño durante el día, es importante aprovechar la oportunidad para descansar.
Contracciones falsas
Es completamente normal experimentar contracciones falsas. Aparecen más cerca del parto, ya que el cuerpo está entrenando la musculatura, y muchas mujeres se quejan de dolores espasmódicos no sistemáticos en la parte baja del abdomen. Si las contracciones no van acompañadas de la rotura de aguas, sangrado y no se vuelven más frecuentes con el tiempo, no hay motivo de preocupación. Si aparecen contracciones rítmicas con intervalos cada vez más cortos, es necesario ir al hospital.
Dolores de espalda
En la semana 36 de embarazo, debido al descenso del abdomen, las molestias en la espalda se intensifican. Si anteriormente el malestar era soportable, en las últimas semanas el dolor en la espalda se vuelve cada vez más fuerte para muchas mujeres. Duele en la zona lumbar, cerca del coxis, y a veces el dolor incluso se irradia hacia el perineo. No hay que preocuparse: estas sensaciones desaparecerán después del parto, solo hay que aguantar un poco más. Mientras tanto, los médicos aconsejan descansar más y aliviar la tensión de la espalda.
Molestias en el pecho
A medida que los niveles hormonales cambian de cara al parto, esto también se refleja en las sensaciones en el pecho. Se vuelve muy sensible, el calostro gotea en grandes cantidades, y algunas mujeres ya en esta etapa usan almohadillas especiales en el sujetador para absorber las secreciones. Debido al aumento de las glándulas mamarias, el pecho es doloroso al tacto, se sienten hormigueos y los vasos sanguíneos se hacen claramente visibles debido al llenado activo. Con una gran afluencia de calostro, los médicos aconsejan a las embarazadas extraerlo poco a poco.
Molestias en el útero
A menudo sucede que en la semana 36 el bebé cambia de posición y se coloca con la cabeza hacia abajo. En este momento, las embarazadas sienten molestias en el útero, especialmente si hay poco líquido amniótico. Muchas notan que el útero se vuelve más sensible, y al girarse el bebé, aparecen dolores tirantes en el abdomen. No hay que temer esto, ya que después de que se determina la posición del cuerpo, el malestar desaparece.
Examen médico
A medida que se acerca el nacimiento del bebé, la futura mamá debe someterse a varios exámenes adicionales para evaluar su estado de salud antes del parto. Esto ayudará a prever posibles complicaciones, elegir el método de parto y proporcionar asistencia médica a tiempo.
Médicos
- ginecólogo – en las últimas semanas, el médico escucha atentamente las quejas de la embarazada para no pasar por alto síntomas de complicaciones. Se escuchan los latidos del corazón del feto y se determina la posición del bebé. También se mide la altura del fondo uterino. Además, el doctor realizará mediciones estándar como el peso de la mujer y la circunferencia abdominal.
Análisis
- análisis de orina – se presta especial atención a la presencia de proteínas en la orina, lo que indica un proceso inflamatorio y riesgo de preeclampsia. Si se detecta, el médico elegirá el método de manejo de la paciente teniendo en cuenta su condición;
- análisis de sangre – se realiza para detectar sífilis, hepatitis y VIH;
- frotis de los órganos genitales para determinar infecciones urogenitales.
Investigaciones
- ecografía – normalmente se realiza antes, pero si es necesario un cribado adicional, el ginecólogo programará el procedimiento precisamente en la semana 36 para determinar la posición del feto, el estado de la placenta, el volumen del líquido amniótico y la posición del cordón umbilical;
- monitoreo de la presión arterial – es un procedimiento rutinario que se realiza en cada visita al médico durante las últimas semanas;
- cardiotocografía – es un procedimiento seguro que permite registrar el latido del corazón del feto (lo normal es entre 130-160 latidos por minuto) y las contracciones uterinas, y se realiza durante 20 minutos.
Dificultades del embarazo
Normalmente, para la semana 36, la mayoría de las mujeres se encuentran en condiciones favorables para un parto normal. Desaparecen algunos síntomas desagradables, la mujer está mentalmente preparada para el parto y el feto ha adoptado la posición necesaria. Sin embargo, incluso en este momento, existen amenazas que pueden obligar a los médicos a tomar medidas de emergencia:
Pre-eclampsia
Es una condición en la que la mujer experimenta un aumento de la presión arterial, presencia de proteínas en la orina, desarrollo del síndrome HELLP, alteraciones psicológicas, problemas de circulación sanguínea y afectación del sistema nervioso central;
Gestosis
Es una condición que puede surgir junto con la pre-eclampsia o de manera independiente. En la gestosis se intensifican los edemas, aumenta el peso corporal y una de cada cinco mujeres experimenta gestosis con complicaciones de otros síntomas;
Eclampsia
Es la etapa más grave de la gestosis, caracterizada por un aumento espontáneo de la presión arterial, convulsiones, alto riesgo de desprendimiento prematuro de la placenta y desarrollo de un accidente cerebrovascular. Ignorar los signos de gestosis puede resultar en la muerte del feto, por lo que ante los primeros síntomas, los médicos deciden sobre la hospitalización bajo observación hasta el parto o la realización de un parto de emergencia.
Qué se puede y qué no se puede
En la semana 36, la mujer debe seguir estrictamente lo que se puede y lo que no se puede hacer para no provocar un parto prematuro. El médico te asesorará sobre cómo comportarte y no perjudicar la salud del bebé.
Qué PUEDE hacer la futura mamá:
- Sal a pasear al aire libre, pero no te alejes mucho de casa, informa constantemente a tus familiares sobre a dónde vas y mantente en contacto;
- Conoce al médico y a la matrona que asistirán en el parto, toma sus contactos para asegurarte de contar con el apoyo del equipo médico en caso de emergencia;
- Intenta preparar la bolsa para el hospital con todo lo necesario, ya que en la semana 36 el parto puede comenzar en cualquier momento;
- Come en pequeñas porciones, pero con frecuencia, para no provocar estreñimiento, de lo contrario tendrás que hacer esfuerzo durante la defecación, lo que puede poner el útero en tensión;
- Si el médico no lo prohíbe, puedes hacer ejercicios de Kegel – son excelentes para estimular la musculatura y serán útiles durante el parto;
- Descansa durante el día y duerme lo más que puedas – el cuerpo está acumulando fuerzas para el parto, así que no te reprimas si te da sueño;
- Observa los movimientos del bebé, háblale y acaricia tu vientre – aunque los bebés se mueven menos en las últimas semanas, debe haber actividad.
Qué NO PUEDE hacer la futura mamá:
- No bebas mucha agua durante el día y especialmente por la noche, para no provocar hinchazón y poder dormir bien, de lo contrario, las ganas de orinar te molestarán toda la noche;
- No comas alimentos que favorezcan la formación excesiva de gases – ya de por sí es incómodo para la mamá con una barriga grande, y el meteorismo aumentará los síntomas desagradables;
- No mantengas relaciones sexuales si existe riesgo de parto prematuro, el semen puede relajar el cuello del útero y provocar el inicio del proceso de parto;
- No hagas movimientos bruscos y controla tu postura para no desplazar el centro de gravedad hacia adelante, hacia el abdomen – con cualquier movimiento imprudente podrías caerte accidentalmente;
- No levantes objetos pesados ni vayas de compras en busca de cosas para el bebé – regala la oportunidad a las abuelas de hacerte un favor y cuidar del pequeño;
- No escuches las historias de tus amigas sobre el parto – cada mujer tiene su propia experiencia y no necesariamente negativa, por lo tanto, no tomes en serio todas las "historias de terror"y no te pongas nerviosa innecesariamente.
Consejos útiles
Dado que casi todas las mujeres se sienten ansiosas antes del nacimiento del bebé, especialmente las primerizas, los médicos recomiendan prestar especial atención al estado psicológico. Puede que sea necesaria la consulta con un psicólogo. No conviene centrarse en el miedo; es mejor leer libros, escuchar música relajante, pasar tiempo con los seres queridos y relajarse de todas las maneras posibles que resulten cómodas. Con el apoyo de un equipo médico profesional, el parto será fácil y sin complicaciones.