Calendario de embarazo en la semana 19

Qué sucede con el bebé

La semana 19 de embarazo se caracteriza por el crecimiento activo del bebé. Todos los órganos internos y sistemas continúan desarrollándose. Sus movimientos ya no son tan caóticos, se vuelven más coordinados. En esta etapa, la posición del feto aún no está fijada, ya que todavía no es muy grande y tiene suficiente espacio para moverse, por lo que el bebé cambia de posición con frecuencia. El pequeño empieza a desarrollar su propio ritmo de sueño y vigilia, al cual la madre tendrá que adaptarse.
En la semana 19, el bebé pesa 270 g y mide 22,1 cm de largo (aproximadamente del tamaño de un mango).
Ya mantiene la cabeza erguida y comienza a girarla hacia los lados. Sus brazos han crecido tanto que ya puede juntar las palmas de las manos sobre la cabeza. Su piel se vuelve rosada (antes era roja), ya que los vasos sanguíneos casi no se transparentan a través de la capa de grasa subcutánea que se está formando. Sin embargo, todavía está arrugada debido a la abundancia de pliegues cutáneos. Gradualmente, la capa de tejido adiposo subcutáneo aumenta, lo que llevará a un alisamiento de los pliegues en el futuro.
El bebé empieza a respirar lentamente (aproximadamente 40 movimientos respiratorios por minuto).
En el cerebro del niño se están formando áreas especiales que serán responsables del olfato, el gusto, el oído, la vista y el tacto.
Esta semana comienzan a producirse las hormonas de la glándula tiroides, las glándulas paratiroides y las glándulas sexuales (en las niñas, los ovarios, y en los niños, los testículos).
Empieza a funcionar el bazo. Este participa en la hematopoyesis junto con la médula ósea. En el bazo se producen linfocitos y monocitos, que protegen al organismo de sustancias extrañas.

Qué sucede con la mamá

No se producen cambios significativos en el estado de salud de la mujer en la semana 19 de embarazo.
Las mujeres primerizas, que no han sentido antes los movimientos del bebé, pueden empezar a notarlos (normalmente ocurre entre la semana 18 y la 21). Las mujeres que ya han dado a luz pueden sentir los primeros movimientos incluso antes, a partir de la semana 16.

Útero

Gracias a su elasticidad, a las 19 semanas desde la concepción, el útero sigue aumentando de tamaño, comienza a desplazar los órganos internos y los movimientos del feto son más perceptibles. Su peso en este período es de aproximadamente 300-330 gramos. El fondo del útero se encuentra a 19 cm por encima de la sínfisis púbica, es decir, aproximadamente a 1-2 cm por debajo del nivel del ombligo. Pero si la altura del fondo del útero (AFU) en este momento es un poco mayor o menor, no hay que alarmarse, se considera normal si el fondo del útero está entre 16 y 21 cm por encima de la sínfisis púbica (depende del tamaño del feto).

Dolores en la zona lumbar

, en los muslos y en los glúteos pueden volverse algo más intensos que antes. El útero sigue creciendo y comprime más los nervios situados detrás de él, aumentando la carga sobre los músculos abdominales. El peso también sigue aumentando.
Los músculos que sostienen el útero durante todo el embarazo se estiran: son ellos los que causan mayor incomodidad. Para reducir el malestar y el dolor, se recomienda realizar ejercicios especiales para embarazadas. En cualquier caso, si sientes dolores intensos, es necesario consultar al médico.

Abdomen

La pregunta que muchos se hacen cuando se habla de la semana 19 de embarazo es: «¿y cómo se duerme?». Pues bien, está categóricamente prohibido dormir boca abajo, ya que en esa posición se comprime mucho el útero, lo que puede llevar a consecuencias no deseadas.
Tampoco es recomendable pasar mucho tiempo tumbada boca arriba, ya que se puede comprimir la vena cava, lo que interrumpe la circulación sanguínea. La mejor postura para dormir es de lado. Para un sueño más cómodo, se puede adquirir una almohada especial para embarazadas, con la que podrás adoptar posturas cómodas para descansar.
En general, sentir molestias en la zona del abdomen, especialmente al final del día o al cambiar de posición bruscamente, es normal. Pero si estas sensaciones persisten, incluso si has relajado los músculos (y especialmente si se agravan con secreciones sanguinolentas), debes acudir al médico de inmediato.

Secreciones

A las 19 semanas, pueden aumentar las secreciones vaginales, todo dentro de lo normal. Sin embargo, no deben cambiar su consistencia ni su olor. Si las secreciones adquieren un color verde, amarillo o gris, y tienen un olor fuerte y desagradable (lo que puede indicar una infección), es recomendable acudir al médico. Si las secreciones son de aspecto similar al requesón, esto puede ser consecuencia de una candidiasis (infección por hongos), que es común en las embarazadas (debe tratarse antes del parto). Pero si aparecen secreciones sanguinolentas, especialmente si se acompañan de dolores en la parte baja del abdomen, acude urgentemente al servicio de emergencias.

Pigmentación de la piel

Debido al aumento de las hormonas, la piel se vuelve más sensible a la radiación UV. Además, se produce una acumulación natural de pigmento. Por lo tanto, no se recomienda tomar el sol ni usar camas de bronceado. La línea oscura que aparece en el abdomen tampoco es motivo de preocupación. Desaparecerá algún tiempo después del parto (normalmente, todos estos cambios desaparecen en un plazo de seis meses a un año después del parto).

Enrojecimiento excesivo (hiperemia)

Debido al aumento del volumen de sangre, es posible que aparezcan enrojecimientos intensos en la cara, el cuello, la zona del escote y las manos bajo la influencia de temperaturas o estrés. Esto es en general un fenómeno normal (si se trata de mejillas y palmas rosadas), que no afecta el estado del bebé y de la mamá. Si aparecen otros síntomas (picor, ampollas, debilidad, náuseas, hinchazón, tirantez de la piel, etc.), se debe buscar ayuda de inmediato, ya que pueden ser signos de una reacción alérgica u otras enfermedades.
Algunas embarazadas experimentan calambres en los músculos de la pantorrilla de manera periódica. Esto también debe ser comunicado al especialista que lleva el embarazo. Para detener rápidamente los calambres, se recomienda acostarse en una superficie horizontal, estirar las piernas y tirar de los dedos de los pies hacia uno mismo.

Examen médico

Médicos

  • Consulta con el obstetra-ginecólogo en caso de que la embarazada tenga alguna queja.

Análisis

Si en este momento te sientes bien, no tienes quejas y nada preocupa a tu médico, no se te realizarán nuevos análisis. Pero antes de la consulta, el especialista puede pedirte que te hagas:
  • Análisis de sangre para medir el nivel de hemoglobina y el contenido de azúcar en sangre.
  • Análisis de orina para detectar la presencia de proteínas.
  • El "Triple Test", si no se ha realizado en la semana 16-18, es necesario hacerlo ahora.

Examen

  • Medición del peso
  • Medición de la presión arterial
  • Medición del estado del útero, altura del fondo uterino (AUF)

Dificultades en el embarazo

Embarazo detenido

puede ocurrir durante todo el período de gestación (aunque es más común en el primer trimestre). Por lo tanto, no debes descuidar las visitas al médico. Recuerda que un embarazo detenido no siempre termina en un aborto espontáneo, a veces el feto permanece en el útero, lo que puede llevar a una infección de la sangre y otras consecuencias.
Gracias a los exámenes médicos, podrás estar segura de que todo está bien con el bebé. Si algo te preocupa o te inquieta, acude al médico de inmediato. Él realizará un examen, escuchará los latidos del corazón y, posiblemente, te dará una orden para una ecografía. Signos de alarma: dolor agudo en el abdomen, sangrado, deterioro del estado de salud, desmayo.

Posibles desviaciones de la norma:

  • cistitis;
  • pielonefritis;
  • placenta previa (completa, parcial), placenta de baja inserción.

Para la futura mamá: qué se puede y qué no se puede hacer

En la semana 19, los órganos sensoriales del bebé ya están casi desarrollados. La formación de los órganos internos está finalizando. Este período requiere especial atención a la alimentación de la futura mamá y la limitación de esfuerzos físicos. Habrá que introducir una serie de restricciones en el estilo de vida habitual.

Qué PUEDE hacer la futura mamá:

  • escuchar música tranquila, leer libros — estas actividades relajan y calman, eliminan la ansiedad;
  • relacionarse con familiares y amigos — la actividad social tranquiliza;
  • practicar gimnasia para embarazadas — la actividad física oxigena el cuerpo, los músculos se preparan para las futuras contracciones y el parto;
  • leer literatura especializada para embarazadas — es importante aprender más sobre el proceso del parto, las particularidades del período postparto y las normas de cuidado del bebé;
  • tener relaciones sexuales en una postura segura para el feto — si no ha habido abortos espontáneos o partos prematuros anteriormente;
  • aplicar geles y cremas especiales contra las estrías en la piel del abdomen;
  • practicar natación — el ejercicio físico oxigena el cuerpo, mejora la circulación sanguínea, y la natación es el deporte más seguro para las embarazadas;
  • hacer ejercicios de Kegel — estos son ejercicios para los músculos del suelo pélvico, que estarán involucrados en el proceso del parto;
  • pasear por el parque — el aire fresco es importante para el correcto desarrollo del feto y mejora el bienestar de la futura mamá;
  • practicar yoga bajo la supervisión de un instructor — hay ejercicios especiales para futuras mamás que reducen la carga en la zona lumbar y disminuyen el malestar;
  • tomar complejos vitamínicos para embarazadas, prescritos por el médico.

Lo que NO DEBE hacer la futura mamá:

  • ir a la sauna o al baño turco, o a la playa en días de mucho calor — el sobrecalentamiento aumenta el flujo de sangre al útero y puede provocar un parto prematuro;
  • usar zapatos de tacón alto o plataforma — la sangre se estanca en las venas y las piernas se hinchan;
  • estar de pie o sentada durante mucho tiempo — la sangre se estanca en las venas de la pelvis y las piernas, causando hinchazón y hemorroides;
  • practicar deportes activos o ejercicios de fuerza — la actividad física intensa aumenta el tono del útero y puede provocar un parto prematuro;
  • levantar objetos pesados — el aumento de la presión intraabdominal provoca partos prematuros;
  • dormir boca abajo — la compresión del útero lleva a un aumento de su tono;
  • ganar más de 400 gramos por semana — un aumento excesivo de peso lleva a la falta de oxígeno para el feto;
  • comer muchos dulces y harinas — aumenta el riesgo de desarrollar diabetes congénita en el niño;
  • seguir una dieta estricta — la falta de proteínas, vitaminas y oligoelementos lleva a problemas en el desarrollo del feto;
  • fumar y consumir alcohol — la nicotina y el etanol afectan negativamente al feto en desarrollo, causando daños irreversibles en el corazón y el sistema nervioso;
  • tener contacto con animales no vacunados, especialmente gatos — son una fuente de toxoplasmosis, una infección perjudicial para el feto;
  • pasar mucho tiempo en lugares públicos concurridos — hay un alto riesgo de contraer infecciones respiratorias, sarampión o rubéola;
  • abstenerse de tomar medicamentos y suplementos si no han sido recomendados por un médico.

Alimentación adecuada

La alimentación racional es la base para el correcto desarrollo del feto. En la semana 19, se debe prestar especial atención a la alimentación. El feto debe recibir una cantidad suficiente de proteínas, vitaminas y oligoelementos. Para la mujer, el régimen alimenticio también es importante, ya que debido al crecimiento del útero, el estómago y los intestinos se desplazan, afectando la digestión.
En la semana 19 de embarazo se recomienda:
  • Consumir alimentos en pequeñas porciones, 5-6 veces al día — esto reduce la carga sobre la vesícula biliar y previene la estasis biliar;
  • Excluir el consumo de comida rápida y bebidas gaseosas azucaradas — provocan irritación del estómago y sobrecargan el hígado;
  • Comer diariamente albaricoques secos, higos, trigo sarraceno y ternera — contienen hierro y vitaminas del grupo B, necesarios para prevenir la anemia;
  • Consumir productos lácteos diariamente — el calcio es necesario para el desarrollo del esqueleto del feto;
  • Comer plátanos y tomates, que contienen potasio — es necesario para el funcionamiento normal del corazón del feto;
  • Limitar el consumo de guisantes, col blanca y productos de panadería — estos alimentos conducen a una mayor formación de gases y malestar abdominal;
  • Consumir carne y despojos — el feto necesita proteínas para el desarrollo completo de la piel y los músculos;
  • Cocinar los alimentos mediante hervido, estofado o al vapor — los alimentos fritos alteran la digestión y causan pesadez en el estómago;
  • Consumir hasta dos litros de líquidos al día, asegurándose de que no se hinchen las piernas.

Necesidad de vitaminas y minerales

La semana 19 del embarazo es un período en el que se completa la formación de los órganos vitales del bebé y su sistema nervioso. Necesita oligoelementos y vitaminas para que todos sus órganos se desarrollen adecuadamente. El bebé los obtiene del cuerpo de la madre, por lo que es importante que ella se alimente correctamente.

Vitaminas más importantes:

Vitamina A (retinol)

Asegura una circulación sanguínea adecuada en la placenta y es importante para la formación del órgano de la visión en el feto. Previene la disminución de la visión y problemas de piel en la futura madre. La falta de esta vitamina se manifiesta con sequedad de la piel, aparición de una película delante de los ojos y visión borrosa. Se obtiene del hígado de pescado, huevos, mantequilla, requesón, zanahorias y frutos secos. La cantidad diaria requerida es de 2500 UI.

Vitamina B1 (tiamina, aneurina)

Participa en el metabolismo de proteínas, grasas y carbohidratos. Es importante para el correcto funcionamiento del corazón y del sistema nervioso del feto. La falta de esta vitamina en la mujer se manifiesta con debilidad, irritabilidad, hinchazón abdominal y trastornos intestinales. Conduce a un retraso en el desarrollo del feto. Se encuentra principalmente en alimentos vegetales como pan, frijoles y espinacas. En menor cantidad está presente en la leche y el hígado. La embarazada necesita 1 mg de tiamina al día.

Vitamina B2 (riboflavina)

Sin él, ningún proceso de intercambio en el organismo puede llevarse a cabo. Es esencial para la formación de eritrocitos y anticuerpos en el feto. La falta de este se puede identificar por la aparición de grietas en los labios, hinchazón de la lengua, dermatitis en la cara y deterioro de la visión. El riboflavina se encuentra en el hígado, huevos, champiñones, requesón, leche y trigo sarraceno. Una mujer embarazada necesita recibir 2 mg al día.

Vitamina B3 (ácido nicotínico, vitamina PP)

Es necesaria para el correcto metabolismo y la formación de enzimas. Asegura una buena circulación sanguínea en la placenta. Se puede obtener de pan de centeno, remolacha, trigo sarraceno, carne de res y mango. La falta de esta se determina por la hinchazón abdominal, diarrea, fragilidad del cabello y las uñas. En la semana 19 de embarazo se requieren 25 mg al día.

Vitamina B5 (ácido pantoténico)

Es esencial para llevar a cabo procesos oxidativos y para la oxigenación del organismo. Previene la hipoxia intrauterina del feto. Se obtiene de caviar, levadura, huevos, leche y verduras. La falta de esta se manifiesta con sequedad de la piel, fragilidad del cabello y las uñas, dificultad para respirar y palpitaciones. Una mujer necesita 5 mg al día.

Vitamina B6 (piridoxina)

Estimula la hematopoyesis del feto. En la mujer, reduce la irritabilidad, mejora el estado de ánimo y disminuye la intensidad de la toxicosis. La falta de esta conduce a la depresión, calambres musculares y anemia. La cantidad diaria requerida es de 2,5 mg. Se obtiene de nueces, patatas, cítricos y zanahorias.

Vitamina B9 (ácido fólico)

Sin él, es imposible la formación de ácidos nucleicos y aminoácidos. En la semana 19 del embarazo, asegura el correcto funcionamiento del sistema nervioso del feto. La madre lo necesita para la rápida regeneración celular. La carencia se manifiesta con fatiga, irritabilidad, problemas para conciliar el sueño y falta de apetito. La embarazada necesita 400 mcg al día. Se obtiene del pan integral, levadura, hígado y huevos.

Vitamina B12 (cianocobalamina)

En el feto, participa en la formación de eritrocitos y ADN. En la mujer, regula el funcionamiento del sistema nervioso, normaliza la presión arterial y reduce el riesgo de preeclampsia. La cantidad diaria requerida es de 4 mcg. Se obtiene de vísceras, yema de huevo, pescado marino y productos lácteos. La deficiencia se manifiesta con entumecimiento y hormigueo en los dedos de manos y pies, y ardor en la lengua.

Vitamina C (ácido ascórbico)

Participa en el proceso de regeneración celular, asegura la absorción completa del hierro y el ácido fólico. Fortalece el sistema inmunológico y previene resfriados. Refuerza los vasos sanguíneos, reduciendo el riesgo de desprendimiento de placenta y partos prematuros. La falta se manifiesta con sequedad de la piel, fragilidad del cabello y uñas, y mayor tendencia a sangrar. La dosis diaria es de 75 mg. La embarazada obtiene ácido ascórbico de verduras, frutas y patatas.

Vitamina D (calciferol)

Componente importante del tejido óseo. Asegura la plena absorción de calcio y fósforo, previene el raquitismo en el niño. Se puede obtener de pescado marino, hígado, huevos y productos lácteos. La embarazada necesita 400 UI al día. La deficiencia en embarazadas es rara, se manifiesta con una mayor fragilidad ósea.

Vitamina E (tocoferol)

Protege las células del daño causado por los radicales libres, fortalece el sistema inmunológico. Es necesaria para la formación de colágeno y elastina, haciendo la piel más firme. Mejora la circulación sanguínea en la placenta. Se requieren 10 UI al día. La deficiencia en embarazadas es rara, se manifiesta con debilidad muscular y deterioro del estado de la piel. Se obtiene de vísceras y pescado marino.

Vitamina H (biotina)

Regula el funcionamiento del sistema nervioso y del tracto gastrointestinal. Previene la acumulación excesiva de glucosa, reduciendo el riesgo de desarrollar diabetes en el feto. La deficiencia se manifiesta con piel excesivamente grasa o seca, formación de caspa y caída del cabello. La embarazada necesita 50 mcg al día. Se puede obtener de hígado, frijoles y nueces.

Vitamina K (filoquinona)

Es responsable de la coagulación normal de la sangre. Se obtiene de tomates, zanahorias, verduras y bayas. La cantidad diaria requerida es de 65 mcg.

Los microelementos más importantes:

Hierro

Forma parte de la hemoglobina. Previene el desarrollo de anemia en la madre y el feto. Reduce el riesgo de partos prematuros. La necesidad diaria es de 3 mg. La futura mamá obtiene hierro de la carne, vísceras, manzanas y trigo sarraceno.

Yodo

Elemento importante para el funcionamiento completo de la glándula tiroides de la madre y el feto. La falta de yodo es peligrosa principalmente para el niño: aborto espontáneo, retraso en el desarrollo, cretinismo congénito. En la mujer puede formarse bocio. La necesidad diaria es de 300 mcg. Se encuentra en el pescado de mar y en las algas marinas.

Calcio

Componente principal del tejido óseo. Es necesario tanto para la madre como para el niño. Se obtiene de los productos lácteos, verduras verdes, frutos secos y bayas. La falta de calcio se manifiesta en la fragilidad de las uñas y el cabello. La cantidad diaria es de 1000 mg.

Potasio

Mantiene la saturación de oxígeno en el organismo, protege al feto de la hipoxia intrauterina. Regula la actividad cardíaca. Previene la formación de edemas. La embarazada obtiene potasio de los tomates, plátanos, albaricoques secos y verduras. La cantidad diaria es de 5000 mg. La deficiencia es rara y se manifiesta con palpitaciones y sensación de irregularidades en el funcionamiento del corazón.

Cobalto

Previene el desarrollo de anemia y trastornos neurológicos. Facilita el sueño y mejora el estado de ánimo. La falta de cobalto se manifiesta con erupciones cutáneas alérgicas y depresión. La embarazada obtiene cobalto del pescado de mar.

Silicio

Garantiza el correcto desarrollo del tejido conectivo del feto: cartílagos, tendones, piel. La cantidad diaria requerida es de 20 mg. La deficiencia se manifiesta en la fragilidad de las uñas, la caída del cabello y la sequedad de la piel. Se obtiene de trigo sarraceno, verduras y vegetales de hoja verde.

Magnesio

Este elemento regula el funcionamiento del sistema cardiovascular y forma parte de algunas hormonas. La futura mamá lo obtiene de algas marinas, vegetales de hoja verde, queso, frutos secos y pan. La deficiencia se manifiesta con irritabilidad aumentada, pensamientos ansiosos y problemas para conciliar el sueño. La cantidad requerida es de 300 mg al día.

Manganeso

La cantidad requerida es de 2 mg al día. Es responsable del correcto desarrollo de las células óseas y sanguíneas del feto. Forma parte de las proteínas protectoras, como las inmunoglobulinas. La necesidad diaria es de 2 mg. Se puede obtener de pan, trigo sarraceno y frijoles.

Cobre

Participa en el metabolismo y en la formación de hemoglobina. Forma parte de los pigmentos que colorean la piel y el cabello. La futura mamá obtiene cobre del hígado de res, algas marinas, trigo sarraceno, patatas y frutas. La cantidad diaria necesaria para una embarazada es de 1,5 mg.

Molibdeno

La cantidad diaria necesaria para una embarazada es de 75 mcg. Previene la anemia en la futura mamá y los defectos de desarrollo intrauterino del feto. Se obtiene de vegetales de hoja verde y subproductos.

Sodio

Garantiza un intercambio normal de líquidos en el organismo y el funcionamiento adecuado del corazón. La cantidad requerida es de 1500 mg al día. La falta de sodio conduce a una pérdida excesiva de líquidos, lo que se manifiesta en sequedad de boca y calambres musculares. Se puede obtener sodio de la sal de mesa.

Selenio

Proporciona protección a las células contra el daño. La cantidad diaria es de 35 mcg. Se encuentra en el pescado y los frutos secos.

Cromo

La cantidad requerida es de 25 mcg al día. Reduce el riesgo de desarrollar diabetes mellitus congénita. Se obtiene de los productos lácteos y los cereales. La deficiencia es muy rara.

Zinc

Componente importante de enzimas, hormonas y ácidos nucleicos. Garantiza el desarrollo adecuado del corazón y del sistema nervioso del feto. Se obtiene de la carne de res, cordero, yemas de huevo y semillas. La cantidad diaria es de 15 mg.
¡Importante! Elija el complejo multivitamínico según la recomendación de su obstetra-ginecólogo.

Consejos útiles

Elige una escuela para futuras mamás, donde te ayudarán a adquirir conocimientos sobre el embarazo, el parto, el periodo postparto, y te explicarán cómo cuidar y alimentar a tu recién nacido. Te enseñarán a respirar correctamente durante el parto, a adoptar posturas especiales y a darte masajes. Estas habilidades te ayudarán a reducir el dolor durante las contracciones.

Ejercicios para futuras mamás

El embarazo no es motivo para renunciar a la actividad física (si antes de él ya practicabas ejercicio regularmente) ni una oportunidad para convertirte en un defensor del estilo de vida saludable (si antes de ver las dos líneas en el test no frecuentabas el gimnasio). Pero es importante asegurarse de que la carga sea manejable y no perjudique, sino que proporcione al cuerpo la oportunidad de activar la circulación, relajarse y ponerse en forma antes del parto.
Las actividades recomendadas son caminar, ejercicios estáticos, yoga prenatal, natación y programas específicos para embarazadas. Están prohibidos:
  • ejercicios que involucren el abdomen
  • saltos, movimientos bruscos
  • ejercicios de agilidad y equilibrio
  • ejercicios en posición de decúbito supino.

Malestares durante el embarazo

Secreciones abundantes de los genitales

Las secreciones amarillas o verdes, así como las masas con aspecto de requesón, son patológicas. A menudo van acompañadas de picor. Si aparecen estas secreciones, es necesario acudir al ginecólogo, ya que podría tratarse de una infección fúngica o bacteriana. En la alimentación, se debe limitar el consumo de dulces y harinas.

Dolores en la zona lumbar

Surgen debido al desplazamiento del centro de gravedad del cuerpo hacia el útero en crecimiento. La carga sobre la columna vertebral aumenta, por lo que los músculos lumbares comienzan a doler. Esta condición preocupa a cada embarazada, la intensidad del dolor puede variar. Si el malestar es leve, no es necesario acudir al médico, basta con descansar tumbada durante el día y hacer gimnasia. En caso de dolor intenso y creciente, es necesario consultar al médico para descartar una infección renal.

Resfriado Común

Aparece en la mitad de las futuras mamás debido a la debilitación del sistema inmunológico. Se manifiesta con malestar, congestión nasal, irritación en la garganta y tos leve. Un resfriado leve se puede tratar de forma independiente: beber abundante líquido y hacer gárgaras con infusión de manzanilla. Si aparece fiebre alta, dolor de cabeza o tos fuerte, es necesario consultar al médico.

Dolores en la parte baja del abdomen

El ligero malestar tirante no representa peligro, está relacionado con el estiramiento de los músculos debido al crecimiento del útero. Esta condición ocurre en cada futura mamá. Sin embargo, si el dolor es fuerte, en forma de contracciones, acompañado de sangrado vaginal, es necesario acudir al médico de inmediato, ya que podría tratarse de un aborto espontáneo.

Vómitos

El toxicosis del embarazo suele desaparecer en las primeras etapas. Si las náuseas y los vómitos continúan en la semana 19 del embarazo, esto indica una condición patológica conocida como preeclampsia. Además de los vómitos, se caracteriza por dolor de cabeza, fatiga, dificultad para respirar y hinchazón en las piernas. Al detectar estos síntomas, es necesario acudir al médico. La preeclampsia ocurre en el 16% de las mujeres embarazadas.

Fatiga intensa, malestar, somnolencia

Signos de anemia ferropénica. El feto en crecimiento extrae de la madre la mayoría de las vitaminas y los oligoelementos. La anemia aparece en más de la mitad de las futuras mamás. Si el diagnóstico se confirma mediante un análisis de sangre, será necesario tomar suplementos de hierro.

Acidez

Está relacionada con el desplazamiento del estómago por el útero en crecimiento. Afecta a más de la mitad de las mujeres embarazadas. Para aliviar el síntoma, es necesario ajustar la dieta: comer con frecuencia y en pequeñas porciones, consumir más cereales. En caso de acidez severa, el médico recomienda antiácidos.

Estreñimiento

El intestino desplazado no transporta las heces de manera regular. El problema del estreñimiento es relevante para la mitad de las mujeres embarazadas. Para evitarlo, es necesario comer con más frecuencia y en pequeñas porciones. La dieta debe incluir ciruelas pasas, manzanas y remolacha cocida. Estos alimentos contienen fibra, lo que mejora la motilidad intestinal.

Lista de verificación

  1. Realizar un análisis general de orina para descartar infecciones del tracto urinario y evaluar la función renal;
  2. Realizar un análisis de sangre completo para descartar anemia;
  3. Apuntarse a cursos para futuros mamás y papás;
  4. Medir el peso corporal y determinar el aumento semanal;
  5. Medir la presión arterial diariamente;
  6. Contar los movimientos fetales diarios;
  7. Leer un libro sobre el embarazo;
  8. Aprender los ejercicios de Kegel;
  9. Comprar una crema antiestrías para el abdomen;
  10. Comprar un vestido o un mono para embarazadas;
  11. Empezar a usar una faja de soporte;
  12. Si aparecen problemas de salud, acudir a una consulta con el ginecólogo.

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¿Cómo puedo prepararme para los cambios físicos y emocionales que pueden ocurrir durante la segunda mitad del embarazo?

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